En 1918, para evitar cualquier posibilidad de independencia, y proteger una de las principales fuentes energéticas de la nueva Rusia, Lenin envió a Bakú a Stepan Shaumyan, de origen armenio, con cargo de comisario especial para el Cáucaso.
Shaumyan tenía que asegurar los intereses del imperio bolchevique en convivencia con sus protegidos los armenios.
El 31 de marzo de 1918 bandas armadas armenias que pretendían dominar el territorio ayudadas por las tropas rusas comenzaron una campaña militar organizada y masiva para matar a la población civil, imponer "orden" y reprimir la independencia.
Durante tres días cerca de treinta mil azerbaiyanos fueron asesinados en Bakú y sus alrededores.
Una comisión especial, formada el 15 junio de 1918 por el Consejo de Ministros de la primera República Democrática de Azerbaiyán (28 mayo 1918 - 28 abril 1920), para la investigación de los hechos, consideró que "los armenios atacaron los distritos de los musulmanes que residían en Baku".
La Comisión puso de manifiesto que los ataques contra los civiles fueron de "extrema crueldad".
En una fosa se encontraron 87 cuerpos con "las narices y las orejas cortadas; los abdómenes abiertos, con espadas o bayonetas y los genitales arrancados", asegura el informe que la comisión elaboró en su día.
El informe añade que "no hubo piedad". Las mujeres, los ancianos y los niños "corrieron la misma suerte", señalaba el informe.
Según la Comisión no solo fue atacada la población de Bakú. En Shamakhi 8.000 civiles fueron masacrados y los monumentos musulmanes, incluida la mezquita, quemados.
Asimismo, 28 aldeas de la provincia de Javanshir y 17 de la Jabrail fueron quemadas, mientras mujeres y niños que huían perecieron en emboscadas.
En el período 1918-1920 la matanza de civiles y la destrucción alcanzó también a las provincias de Quba, Shemakha, Qarabakh, Lenkoran, Irevan, Zangezur, Nakhchivan, Kars.
Según estimaciones de la Comisión 700.000 personas sucumbieron en el genocidio contra el pueblo azerbaiyano.
El Consejo de Ministros de la primera República Democrática de Azerbaiyán declaró el 31 marzo como día de conmemoración nacional de las víctimas de las masacres.
Senem Shikhseyidova, de 94 años, es una de las supervivientes de la matanza de 1918. Esta mujer perdió a sus padres dos horas después de su nacimiento.
"Siempre que puedo acudo al hospital a coger en brazos a los recién nacidos. Son afortunados tiene el calor de sus madres", comenta la anciana.
"Yo no tuve esa suerte, tan sólo permanecí en los brazos de mi madre dos horas, después la mataron", indica Senem Shikhseyidova.
La anciana dice que descansó cuando los restos humanos encontrados en una fosa común se trasladaron a un recinto, donde permanecen, en memoria de todos los fallecidos.
"Cada 31 de marzo me traslado allí, toco la tierra, los huesos y siento como si estuviera con mis padres, aunque después de 94 años no los he encontrado", explica.
El expresidente de la República de Azerbaiyán Heydar Aliyev decretó el 26 de marzo de 1998 en vísperas del 80 Aniversario de los hechos de 1918 el "Día del Genocidio", en recuerdo de los azeríes que sucumbieron en esa fecha.
El 31 de marzo se conmemora también a los miles de azerbaiyanos que murieron durante los trágicos hechos acontecidos a lo largo de los últimos dos siglos, incluidas las víctimas de las campañas de deportaciones, de la limpieza étnica, de las represiones de los años 30 y del denominado "Enero Negro" cuando las tropas especiales de la ex Unión Soviética entraron, en 1990, en Bakú y dispararon contra la población civil que pedía la independencia y se rebelaba contra la invasión.
"El día del Genocidio" recuerda también la matanza de Khojaly, cuando los armenios, dispararon en 1992 contra la población civil de ese enclave que huía de la invasión, durante la guerra entre Azerbaiyán y Armenia.
Cada año, el 31 de marzo el dolor que causa el recuerdo de los hechos vuelve al corazón de los azerbaiyanos.
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