La relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Agnes Callamard, que encabeza las investigaciones sobre el asesinato de Khashoggi, llamó el jueves a Arabia Saudí a revelar los nombres y cargos de los acusados y el destino de 10 personas arrestadas inicialmente, denunciando lo que llamó la falta de transparencia de la investigación y procedimientos judiciales.

“El Gobierno saudí se equivoca gravemente si piensa que los procedimientos, tal como están constituidos actualmente, satisfarán a la comunidad internacional, tanto en cumplimiento de estándares como en la validez de sus conclusiones”, dijo Callamard en un comunicado.

El proceso actual contraviene las normas internacionales de derechos humanos según el cual el derecho a un juicio justo involucra el derecho a una audiencia pública, reza el texto.

“Contrariamente a lo que defiende Arabia Saudí, no se trata de un asunto interno, ya que se trató de un asesinato en un territorio extranjero”, advirtió la relatora, quien subrayó que por tanto el proceso “debe cumplir los estándares internacionales, lo que demanda los niveles más altos de transparencia e imparcialidad”.

Funcionarios saudíes de alto rango son “responsables penalmente” si no investigan y procesan a los responsables del asesinato del columnista de The Washington Post, señaló Callamard.

También se refirió a la invitación de Riad a representantes de los países miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) para estar presentes en algunas de las vistas y ha advertido de que, en caso de acudir, “se arriesgan a ser partícipes de un potencial error de la justicia”. 

Khashoggi, un crítico de la monarquía saudí, fue degollado el 2 de octubre en el consulado saudí en Estambul (Turquía) y su desaparición provocó duras críticas de la comunidad internacional contra el régimen saudí, que confirmó el asesinato más de diez días después de su desaparición.

Después de surgir evidencias de que el asesinato fue cometido por un equipo de saudíes enviado desde Riad (capital saudí), las fuentes policiales turcas no descartaron que la orden directa para segar la vida de Khashoggi hubiera venido del príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman, responsable también de la agresión a Yemen, y del “secuestro” del premier libanés, Saad Hariri, en 2017.

HispanTV.es

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