La NASA publicó el pasado viernes nuevas imágenes de la explosión de un meteoro —que liberó una cantidad de energía diez veces superior a la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima— registrada en diciembre del año anterior sobre el Pacífico y que pasó desapercibida hasta mediados de este mes.
Unos días antes se habían publicado pruebas visuales de ese hecho registradas por la cámara del satélite geoestacionario japonés Himawari-8.
La nueva secuencia fue capturada por el instrumento MISR (espectrorradiómetro generador de imágenes multiángulo, por sus siglas en inglés) a bordo del satélite Terra. En ellas se aprecia con claridad la sombra del bólido sobre la capa de nubes vistas desde el espacio, así como la estela ardiente que el meteorito dejó a su paso.
La explosión se registró a una altitud de 25,6 kilómetros, en el momento en que el meteoro impactó en las capas atmosféricas mientras viajaba a 32 kilómetros por segundo (115.200 kilómetros por hora).
La posición casi vertical de su columna de humo señala que ingresó a nuestra atmósfera desde un ángulo muy recto.
La bola de fuego impactó en la atmósfera con una fuerza equivalente de 173 kilotones de TNT, 10 veces la de la bomba atómica que EE.UU. lanzó contra Hiroshima (Japón) el 6 de agosto de 1945.
Se trata de la tercera explosión más potente de este tipo en los tiempos modernos, solamente superada por la potencia del meteorito de Cheliábinsk en 2013 y la de Tunguska en 1908, ambas en Rusia.
RT
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