Los tiroteos parecen haber sido "bien planificados", según la primera ministra. Las autoridades han elevado de "baja" a "alta" la amenaza terrorista en el país y han solicitado que todas las mezquitas de la nación cierren sus puertas.
Lo ocurrido "solo se puede describir como un ataque terrorista". Ardern aseguró que es "uno de los días más oscuros de Nueva Zelanda".
Un hombre con un rifle automático entró en la mezquita Masjid Al Nooren en la ciudad de Christchurch y abrió fuego contra varias personas. El sospechoso ingresó al edificio 10 minutos después de que comenzaran las oraciones. En el momento del ataque, dentro de la mezquita se encontraban unas 300 personas que acudieron para la oración del viernes.
Otro ataque se ha registrado en una segunda mezquita, en el centro de la misma localidad, cerca del centro islámico Linwood Masjid. La Policía ha detenido a cuatro sospechosos: tres hombres y una mujer. Unos de ellos es un ciudadano australiano.
RT
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