El presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, ha cedido a la presión de la calle y ha retirado su candidatura a las elecciones presidenciales previstas para el 18 de abril. Los comicios han sido pospuestos y se ha anunciado una remodelación del Gobierno.
"No habrá elecciones presidenciales el próximo 18 de abril", ha manifestado tajante el mandatario. "Argelia atraviesa una etapa sensible de su historia", ha añadido. Nada más conocer el anuncio, los manifestantes expresaron su júbilo en las calles, informa el medio online TSA. "No habrá un quinto mandato y nunca ha sido una cuestión para mí. Mi estado de salud y mi edad no me han asignado como último deber ante el pueblo argelino más que la contribución a cimentar la fundación de una nueva república como parte del sistema argelino que todos esperamos", ha señalado.
Su anuncio se produce un día después de que regresara al país tras pasar dos semanas hospitalizado en Suiza. Los ciudadanos argelinos llevan más de tres semanas manifestándose sin interrupción en protesta por su intención de perpetuarse en el poder, pese a que su estado de salud le incapacita para el cargo. En 2013, Buteflika sufrió un ictus que lo mantiene alejado de la esfera pública. Desde hace años no pronuncia discursos en público dado que tiene problemas de movilidad y no puede expresarse.
Todo apunta, de momento, a que el mandato de Buteflika, que terminaba el próximo 28 de abril, será prolongado hasta que se celebren nuevas elecciones, cuando el régimen tenga un recambio. Con el anciano y enfermo presidente se pone fin a una generación de dirigentes veteranos de la Guerra de la Independencia contra Francia que han copado no sólo la escena política sino también la economía y otras élites del poder desde los años 60. Es el dominio de este clan el que confrontan los manifestantes.
El régimen espera ahora refundar el sistema de forma que todo cambie para que todo siga igual. Prueba de ello es que al frente del nuevo Ejecutivo estará el que hasta hoy era ministro del Interior, Nuredin Bedui, sustituyendo al odiado primer ministro Ahmed Uyahia. Mientras, Ramtane Lamamra será viceprimer ministro, un puesto que no existía hasta ayer, cuando Buteflika lo creó por decreto. Lamamra, que ya fue ministro de Exteriores, volverá a ocupar este cargo en el nuevo Gobierno.
Una conferencia nacional de transición presidida por Lakhdar Brahimi -diplomático argelino con gran experiencia en el sistema de Naciones Unidas, donde fue enviado especial para Siria- se encargará de la tarea de elaborar una nueva Constitución. La reforma de la Carta Magna será sometida a referéndum.
El octogenario presidente espera que "la suspensión de las elecciones presidenciales que ha sido reclamada" por los manifestantes "apacigüe" las protestas. Aunque la reacción de la ciudadanía dependerá del grado de satisfacción con las cesiones del poder. Algunas voces llamaron anoche a seguir con las protestas. "El primer partido está ganado. No hay que detener la movilización en la calle. Es inadmisible que la Presidencia actual se prolongue hasta el fin de 2019. ¡No confiamos!", declaraba Sufian Yilali, líder del partido opositor Yil Yadid (Nueva Generación). "No a un quinto mandato, pero sí un cuarto mandato prolongado. Escandaloso", señalaba el periodista Khaled Drareni, fundador de Casbah Tribune.
El caricaturista Dilem se quejaba en una de sus viñetas. "Buteflika renuncia a un quinto mandato de cinco años: 'En su lugar haré un cuarto mandato de 10 años'", dibujó con un presidente en silla de ruedas acotando su cesión.
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