Como recuerda 38North, Pyongyang había empezado de hecho a desmantelar dichas instalaciones el año pasado coincidiendo con las primeras conversaciones entre los dos dirigentes pero ese proceso se paralizó de la misma manera que el diálogo y ahora se está revirtiendo, en un signo del empeoramiento de las relaciones bilaterales que se ha agravado tras la fallida cumbre de Vietnam.
La cita de Hanoi se celebró el 27 y 28 de febrero, y concluyó con el abandono apresurado de la reunión por parte de Trump.
Situado en el noroeste del país, no lejos de la frontera china, Sohae entró en funcionamiento a finales de la década pasada y fue el escenario del lanzamiento de cohetes espaciales en 2012 y 2016, que consiguieron colocar sendos satélites locales en órbita.
Pyongyang defiende que la base tiene sólo un objetivo civil y la vincula a su programa espacial, pero Washington recuerda que allí también se han realizado los ensayos de los motores que usan misiles de largo alcance como el Hwasong-15, capaz de llegar al territorio continental de EEUU. Estados Unidos considera además que los cohetes espaciales norcoreanos tienen una doble función: la declarada y formar parte de los avances del país asiático en el lanzamiento de misiles intercontinentales.
"Los esfuerzos para reconstruir estas estructuras comenzaron en algún momento entre el 16 de febrero y el 2 de marzo de 2019", señaló 38North.
Según Joseph S. Bermudez Jr, analista del Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos, en cuestión de días los equipos norcoreanos han restablecido un centro para pruebas de motores de cohetes y un gran edificio. "Es una reconstrucción muy rápida", declaró a medios norteamericanos.
Sin embargo, Bermudez incidió en el carácter simbólico que tiene Sohae para el programa balístico de Corea del Norte ya que la mayor parte de los misiles norcoreanos se lanzan actualmente por medio de plataformas móviles y no desde instalaciones fijas como la citada.
El servicio de inteligencia surcoreano aseguró por el contrario que Corea del Norte mantiene paralizado el reactor nuclear de Yongbyon que le permitía procesar suficiente plutonio para obtener una bomba atómica al año.
Los representantes del servicio secreto local confirmaron a un grupo de parlamentarios del mismo país que Pyongyang paró esas instalaciones el año pasado y también les indicó que la nación norteña no ha intentado rehabilitar la base de ensayos nucleares de Punggye-ri, que destruyó parcialmente en mayo de 2018.
Pese a que la prensa norcoreana no ha arremetido contra Washington como en el pasado tras el fracaso de Hanoi, lo cierto es que ningún experto se atreve a pronosticar una continuación inmediata del diálogo.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo dijo este lunes que "espera" poder enviar un equipo de negociadores a Pyongyang en un "par de semanas", pero reconoció que sólo era un deseo que por ahora no tiene el visto bueno norcoreano.
Los contactos podrían deteriorarse aún más si el Asesor de Seguridad Nacional de Trump, John Bolton, impone su punto de vista -siempre vinculado al sector más radical de la administración-, ya que en una entrevista con la cadena Fox se pronunció a favor de incrementar las sanciones internacionales si Corea del Norte no acepta desprenderse de su arsenal nuclear.
"Si no están dispuestos a hacerlo, creo que el presidente Trump ha sido muy claro. No vamos a aliviar las sanciones y buscaremos de hecho cómo aumentarlas", dijo.
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