Según la Comisión Europea, Polonia debería obtener un permiso de Bruselas para construir este canal que busca otorgar a los buques polacos la entrada directa al mar. Hasta el momento, Varsovia no ha convencido a los funcionarios europeos de la necesidad del proyecto, informa Reuters.

Antes de tomar una decisión final, cualquier trabajo de construcción en el cordón del Vístula debe detenerse, subrayan desde Bruselas.

Varsovia enfatiza que la construcción de un canal de 1,3 km de largo es necesaria tanto por razones de seguridad, como por fines económicos. En particular, Polonia habla de la necesidad de garantizar el libre paso de los barcos polacos al mar Báltico, evitando las aguas territoriales rusas y el estrecho cerca de la ciudad de Baltisk en la región de Kaliningrado. El proyecto de la construcción del canal, por un valor de 205 millones de euros, se lanzó a fines de 2018 con el apoyo del Gobierno polaco.

​De inmediato causó la preocupación de la rama local de Greenpeace que alertó que la tala de árboles causaría graves daños a la ecología única de la región.

Antes de 1945, el cordón del Vístula pertenecía a Alemania. Después de la derrota de los nazis, esta península fue dividida entre Rusia y Polonia.

El punto fronterizo de Rusia en el cordón de Vístula se llama Normeln. En 2018, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia publicó una foto en Twitter.

Sputnik

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