La zanja oceánica, que forma parte del Cinturón de Fuego del Pacífico y alcanza hasta 9.000 metros de profundidad, es el resultado de la subducción de la placa oceánica bajo otra, la continental eurasiática.
En el pasado, la fosa de Japón fue escenarios de varios megaterremotos, incluido el que golpeó el este del archipiélago en marzo de 2011.
La probabilidad de que en esta zona se produzca un seísmo de magnitud 9 es cercana al cero, pero hay un 90% o más posibilidades de terremoto de 7 a 7,5 en el noreste de Japón, frente a las costas de las prefecturas de Aomori, Iwate y Miyagi.
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