Un reciente estudio de la NASA arroja luz sobre uno de los fenómenos más sorprendentes de nuestro sistema planetario: el hecho de que la capa más externa del Sol —la corona— alcance temperaturas de un millón de grados centígrados, casi 200 veces más que en su superficie, un fenómeno que hasta ahora constituía un enigma para la comunidad científica.
Los científicos, que llevan siglo y medio intentando resolver el misterio de por qué la capa exterior del Sol es más caliente que su superficie, están más cerca de resolver el enigma gracias a los así llamados 'renacuajos' hallados en las regiones con un campo magnético más intenso de la superficie solar.
Gracias al espectrógrafo de imágenes infrarrojas (IRIS) de la NASA, los investigadores lograron detectar una especie de chorros alargados únicos de plasma caliente parecidos por su forma a renacuajos que salen de las manchas solares —regiones de la superficie solar relativamente frías y magneticamente activas—, elevándose unos 4.800 kilómetros hacia la corona interior. Según ha podido determinar una simulación informática, estos chorros podrían llevar suficiente energía y plasma para calentar la capa solar externa.
Hasta el descubrimiento de estos 'renacuajos' —formalmente denominados pseudo-choques— solo se barajaban dos teorías principales sobre las posibles razones del calentamiento de la corona.
Según la primera hipótesis, el calor de la atmósfera externa solares inyectado por las nanollamaradas, múltiples y minúsculas explosiones que liberan oleadas de partículas cargadas y calientes.
La segunda se arraiga en la idea que la energía se traslada hasta allí por medio de ondas electromagnéticas que podrían empujar partículas cargadas a la atmósfera como una onda del océano empuja a un surfista. Ahora los especialistas esperan obtener algunas pistas complementarias de la sonda espacial Parker Solar Probe, lanzada el pasado agosto con el objetivo principal de estudiar cómo la energía y el calor se desplazan a través de la corona solar.
"Juntos podrían proporcionar una imagen completa del calentamiento coronal", sostiene Aleida Higginson, investigadora adjunta para Parker Solar Probe en el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins en la ciudad de Laurel, Maryland (EE.UU).
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