"El secretario especial para la región del Pacífico, Imtiaz Ahmad, llamó al encargado de negocios interino de la Embajada de la India en Islamabad, Gaurav Ahluwalia, para expresarle una protesta decidida en relación a las manifestaciones antipaquistaníes acontecidas el 18 de febrero", señaló la entidad.

Según la Cancillería de Pakistán, "a los manifestantes se les permitió acercarse al portón de la misión diplomática paquistaní pese a la presencia de fuerzas de seguridad de la India".

La entidad añadió que "pese a la protesta expresada anteriormente al Gobierno de la India, el acoso de los empleados de la Embajada de Pakistán y sus familiares".

Acotó también que continúan las llamadas cargadas de ofensas, realizadas "al teléfono de atención de la misión diplomática".

Islamabad exigió realizar al respecto "una investigación abarcadora de los casos de graves violaciones de seguridad" y tomar medidas para evitar incidentes semejantes en el futuro.

Las relaciones entre la India y Pakistán se deterioraron más tras el atentado suicida del pasado 14 de febrero contra un convoy militar en el estado de Jammu y Cachemira.

Un conductor suicida, que el grupo Jaish-e-Mohammed (JeM) identificó como uno de sus militantes, embistió el 14 de febrero con un auto cargado de explosivos un convoy policial cerca de Srinagar, provocando la muerte de al menos 40 personas e hiriendo a decenas.

La India sostiene que el cabecilla del grupo JeM, Masud Azhar, reside de forma permanente en Pakistán.

Por su parte, Pakistán rechazó los intentos de vincular a Islamabad con el ataque y expresó su disposición de realizar una investigación conjunta con la India del incidente.

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