Paleontólogos encontraron recientemente en la Formación Jinju (Corea del Sur) arañas fosilizadas cuyos ojos aún brillaban.
"Debido a que estas arañas se conservaron en extrañas manchas plateadas en la roca oscura, fue inmediatamente obvio ver que sus ojos eran bastante grandes", señaló este martes Paul Selden, miembro del equipo, agregando que se trata del tapete, una estructura reflectante en un ojo, que devuelve la luz desde la parte posterior del ojo a través de la retina, lo que mejora la visión nocturna de los animales.
Estos arácnidos, de unos 2,5 centímetros de ancho, que vivían en nuestro planeta hace unos 110 millones de años, utilizaron sus luceros reflectivos para la caza nocturna. De acuerdo con el estudio, publicado el pasado 28 de enero en la revista Journal of Systematic Paleontology, es la primera vez que un tapete fue encontrado en un fósil.
"Situación muy especial"
Además, los fósiles de arañas son muy raros, ya que las criaturas de cuerpo blando, como los insectos, se descomponen muy rápidamente, por lo que no se fosilizan en roca como huesos y dientes de animales.
"Normalmente, flotaban. Pero en este caso, se hundieron, y eso los mantenía alejados de las bacterias en descomposición", explicó el investigador.
Asimismo, resultó que las rocas, donde los fósiles de arañas fueron encontrados, estaban cubiertas con restos de pequeños crustáceos y peces, lo que sugiere que una floración de algas podría haber atrapado a los fósiles, causando su hundimiento.
El hallazgo en piedra de los insectos, que tienden a aparecer en ámbares antiguos, ayudó a los científicos a describir por primera vez la característica anatómica de una araña fosilizada. Además, la forma de canoa de las estructuras de los ojos ayudará a los investigadores a ubicar a las arañas en el árbol evolutivo.
RT
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