En un comunicado, el ministerio señaló que dos paramédicos habían resultado heridos por gases lacrimógenos disparados por el Ejército israelí durante las manifestaciones, a las que asistieron el 1 de febrero unas 10.000 personas.
Las protestas, que se celebran desde el 30 de marzo del 2018, se producen en el marco de la Gran Marcha por el Retorno, para pedir el regreso de los refugiados palestinos a sus casas y el fin del bloqueo israelí sobre Gaza.
En las manifestaciones de la semana pasada murió un joven de 25 años, Ehab Atalá Husein Abed, por un disparo de las fuerzas israelíes, al este de la ciudad de Rafah, en el sur del país.
Otros 20 palestinos resultaron heridos. Algunos lanzaron granadas y piedras contra los soldados israelíes.
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