Un círculo vicioso. El consumo excesivo de alcohol puede desencadenar un cambio genético de larga duración que resulte en una mayor dependencia de la sustancia, sugiere un estudio realizado por la estadounidense Universidad Rutgers (Nueva Jersey) y publicado en la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research.
"Hemos descubierto que las personas que beben mucho pueden estar cambiando su ADN de una manera que les haga desear más alcohol", afirma el profesor Dipak K. Sarkar, el autor principal del estudio y director del Programa Endocrino del Departamento de Ciencias Animales de la Universidad de Rutgers, al que cita el portal MedicalXpress.
"Esto puede ayudar a explicar por qué el alcoholismo es una adicción tan poderosa, y podría contribuir al surgimiento de nuevas formas de tratarlo o ayudar a prevenir que las personas en riesgo se vuelvan adictas", explica.
Los hallazgos del equipo de la Universidad Rutgers pueden eventualmente ayudar a los investigadores a identificar biomarcadores (indicadores medibles, como proteínas o genes modificados) que sirvan para predecir riesgos de adicción futuros.
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