"Discutieron los recientes acontecimientos políticos en Venezuela y trabajaron hacia una transición pacífica y democrática. Estuvieron de acuerdo en mantenerse en contacto en las próximas semanas", dijo el comunicado.
La crisis política en Venezuela se intensificó la semana pasada, cuando el líder opositor Juan Guaidó se autoproclamó presidente "encargado" del país.
La Asamblea Nacional declaró al presidente Nicolás Maduro, cuya reelección del año pasado considera ilegítima, un "usurpador".
La medida fue inmediatamente celebrada por EEUU, que instó a Maduro a renunciar y reconoció oficialmente a Guaidó como el líder del país.
Maduro, a su vez, ha insistido en que él es el presidente constitucional del país y acusó al líder de la oposición de ser un títere estadounidense.
Además, acusó a Washington, que durante mucho tiempo ha expresado su preocupación por la legitimidad de la reelección de Maduro, de organizar un golpe de estado en Venezuela.
Mientras que docenas de países han reconocido a Guaidó como el presidente venezolano en funciones, Rusia ha reafirmado su apoyo a Maduro como el jefe de Estado legítimamente elegido.
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Además, el 26 de enero, Gobiernos europeos como Francia, Alemania, los Países Bajos, España y Reino Unido le dieron a Maduro un ultimátum en el que manifestaron que reconocerían a Guaidó como presidente interino si no se anunciaban nuevas elecciones en Venezuela en un plazo de ocho días.
Maduro, por su parte, rechazó el ultimátum, diciendo que la amenaza ignoraba los derechos de Venezuela de un estado soberano.