Lindsie Comerford, una 'influencer' o bloguera popular que se gana el pan mediante anuncios en sus publicaciones a favor de marcas famosas, se ha visto víctima de un pirata informático.
El hacker le robó datos personales de su correo electrónico, su cuenta bancaria digital y su cuenta en Instagram, donde dispone de 41.000 seguidores.
Comerford, de 24 años, trató de obtener ayuda del servicio de apoyo de esa red social, pero no la consiguió. "He escrito y llamado a Instagram centenares de veces pero no he logrado obtener acceso a mi cuenta", escribió en su blog.
Esquema colectivo
Comerford es uno de muchos blogueros populares atacados recientemente por hackers. Para buena parte de ellos, Instagram es su única fuente de ingresos, cosa que los piratas saben y buscan aprovechar a sus costas.
Según el portal Motherboard, el hackeo típico comienza con una carta en la que un desconocido le dice a la potencial víctima que quiere encargar publicidad en su blog. La misiva contiene un enlace al perfil del cliente, que de hecho es una página falsa muy parecida a la de Instagram.
Apenas la víctima inserta sus 'login' y contraseña, el ataque 'phishing' tiene éxito. El hacker entra en la cuenta de la víctima, modifica su correo electrónico y contraseña y le cierra todo acceso. El próximo paso es pedir un rescate, que habitualmente ronda los 300 dólares en bitcoines.
Las víctimas entrevistadas por el medio se quejaron de la lentitud del proceso de restauración de acceso a Instagram: el usuario debe solicitar y recibir un código para luego escribirlo en un papel y fotografiarse con él, y después esperar hasta que un moderador humano compare esa imagen con las fotos que haya publicado en su cuenta anteriormente. Varios de los blogueros, cansados por no obtener resultado, tuvieron que buscar ayuda de terceros.
"Ataqué sus dispositivos"
La mayoría de las víctimas entrevistadas por Motherboard se dirigieron a Juan Diego Peláez, un colombiano que se posiciona como experto en Instagram.
Peláez ha concebido varios trucos para acelerar el proceso de verificación en Instagram. En un par de ocasiones, pidió acceso a los correos de las víctimas para ayudarlas. En el caso de Comerford, Peláez respondió en su nombre a todos los mensajes recibidos en Instagram y logró restaurar el acceso.
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En otros dos casos, las víctimas contaron que los hackers les enviaron las nuevas contraseñas de sus cuentas, alteradas unos días antes, después de que Peláez entró en juego. "Algunos proporcionan contraseñas porque les ataqué sus dispositivos", explicó el experto, sin dar más detalles.
Según Peláez, la cantidad de víctimas que le piden ayuda ha crecido recientemente. Instagram, por su parte, niega que haya aumentado el hackeo de cuentas e insiste en que es capaz de hacer frente a los piratas de manera cada vez más eficaz.
"Sabemos que podemos hacer más, y trabajamos mucho para impedir que personas malévolas hagan daño y para asegurar nuestra comunidad", indicó un portavoz de Instagram.
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