El experimento con el uso de la bioimpresora orgánica para imprimir tejido de cartílago humano, así como de la glándula tiroides de los ratones, que el cosmonauta ruso Oleg Kononenko llevó a cabo en 2018 en la Estación Espacial Internacional (EEI), ha resultado un éxito, informó a la agencia TASS el gerente de proyectos del Laboratorio de Investigación de Biotecnología '3D Bioprinting Solutions', Yousef Hesuani.
"Podemos afirmar el hecho de que la impresión fue exitosa y que la estructura interna de estos órganos es segura. Y podemos, en estas etapas iniciales, decir que el experimento fue exitoso", dijo Hesuani. Las muestras de tejido impreso están bajo investigación en un laboratorio histológico, pero los resultados primarios ya se han obtenido.
Además, los promotores del experimento planean trasplantar los tejidos vivos a roedores en nuestro planeta. "Tenemos la intención [de usar los tejidos vivos impresos en la EEI para trasplantar a ratones en la Tierra], pero para esto necesitamos perfeccionar la infraestructura de la EEI, porque se requieren los biorreactores apropiados. También es necesario refinar el sistema de envío de material impreso a la Tierra, porque para trasplantar se necesita más grados de protección para este material. Se requiere una solución de infraestructura en el espacio para equipos y operaciones adicionales ", explicó Hesuani.
La primera muestra de la impresora no pudo ser suministrada a la EEI debido al lanzamiento fallido del Soyuz el 11 de octubre de 2018. Pero el aparato alcanzó su destino tras el siguiente lanzamiento del Soyuz-FG el pasado 3 de diciembre. El cosmonauta Kononenko realizó los experimentos y las muestras biológicas obtenidas regresaron a la Tierra el 20 de diciembre a bordo del vehículo tripulado Soyuz MS-09.
RT
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