Al comentar en una rueda de prensa la decisión de la Unión Europea de imponer sanciones contra cuatro presuntos agentes de la inteligencia militar rusa (GRU), incluidos dos ciudadanos rusos supuestamente implicados en el caso Skripal, Narishkin declaró que "se trata de una provocación sucia de las autoridades del Reino Unido".
"Es sucia porque es evidente que las autoridades [británicas] desde el principio se empeñan en borrar las huellas y destruir las pruebas del crimen perpetrado", dijo.
Serguéi Skripal, exoficial de la inteligencia militar rusa reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia, fueron hallados inconscientes a principios de marzo pasado cerca de un centro comercial en la ciudad británica de Salisbury, como resultado de lo que Londres llegó a calificar como intento de envenenamiento con una sustancia neuroparalizante por parte del Estado ruso.
Moscú rechaza de plano las acusaciones de Londres, que considera infundadas.
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