La depresión se instala en Chile

  06 Mayo 2016    Leído: 485
La depresión se instala en Chile
El 17,2% de la población presenta trastornos mentales, la tasa más alta de Latinoamérica. Las mujeres y los sectores más pobres son los más afectados.
Casi uno de cada cinco chilenos, un 17,2% de la población, ha presentado síntomas depresivos en los últimos meses. La principal causa de las bajas laborales es justamente los trastornos mentales. Cuando se mide la cantidad de años de vida perdidos a causa de enfermedades, un 23,2% corresponde a alteraciones neurosiquiátricas. “Tenemos una sociedad enferma que no nos da condiciones de vida sana”, señala Graciela Rojas, investigadora de la Universidad de Chile. “La salud mental es un problema de salud pública. El país ha hecho grandes esfuerzos desde la década de los noventa, pero todavía resultan insuficientes”, apunta.

Según el epidemiólogo Roberto del Águila, de la sección chilena de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), “los índices de depresión y problemas de salud mental en Chile son de los más altos de la región y del mundo”. En 1993 la Organización Mundial de la Salud (OMS) realizó uno de los pocos estudios comparativos disponibles, por el que todavía se rigen los investigadores locales. Al analizar a los pacientes de atención primaria en 14 ciudades de distintos continentes, encontró en Santiago de Chile la mayor prevalencia de depresión: un 29,5%. La más baja entre las urbes analizadas se halló en Nagasaki, Japón, donde la cifra llegó a un 2,6%.


La inversión pública, sin embargo, no está a la altura de los desafíos. Del total del presupuesto del Ministerio de Salud, poco más del 2% se destina a enfermedades mentales. “En EE UU esta cifra llega a un 6% y en Uruguay, a un 8%. Chile debería llegar al menos a un 5%”, apunta la investigadora Rojas. El jefe del departamento de Salud Mental del ministerio, Mauricio Gómez, explica que Chile es de los pocos países de medianos y bajos ingresos que tiene universalizada la atención de salud mental en atención primaria. Patologías como la depresión y la esquizofrenia están incluidas en el Plan Auge, que garantiza por ley el tratamiento. “Pero tenemos la convicción de que los trastornos mentales son muy importantes y que están subestimados en su importancia y en sus programas”, señala Gómez.

Este problema ha llegado a tales niveles en Chile que la OMS ha recomendado recientemente una Ley de Salud Mental, con el objetivo de que esas enfermedades se puedan prevenir, tratar y, posteriormente, los pacientes tengan las condiciones necesarias para reinsertarse en la sociedad. La legislación permitiría que las enfermedades mentales puedan ser abordadas desde diferentes ámbitos, como Vivienda, Educación y Trabajo. “Nosotros queremos que haya menos gente enferma y no lo podemos garantizar si el conjunto del Estado no se hace cargo de las determinantes sociales a las que está sometida la población”, señala Gómez.

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