Científicos brasileños planean crear tomates picantes a través de una modificación genética de la planta que permita la producción de capsaicina, la sustancia química responsable del sabor picante en los delgados pimientos rojos, de acuerdo a un artículo publicado por Trends in Plant Science.
Los creadores de esta nueva alternativa culinaria aseguran que el fruto transgénico tendría numerosos beneficios para la salud, pues se ha demostrado que los pimientos picantes, ricos en capsaicina, contienen altos niveles de antioxidantes como las vitaminas A y C. Estos son antiinflamatorios naturales, antitumorales e incluso guardan propiedades que favorecen la pérdida de peso.
Además, las aplicaciones tópicas de capsaicina son un tratamiento efectivo para el manejo del dolor con bajo riesgo de interacciones adversas entre medicamentos, haciendo de estos productos importantes alimentos funcionales.
Así, los investigadores pretenden reconfigurar el ADN de los tomates, porque aseguran que su cultivo es mucho más fácil que el chile, pues este incluye múltiples problemas agronómicos al tratarse de una planta bastante 'caprichosa', susceptible a virus, que requiere cuidados serios para prevenir el marchitamiento en días calurosos y la caída de flores.
"Proponemos que la activación de la ruta biosintética de los capsaicinoides en una especie más accesible como el tomate podría ser el siguiente paso en la fascinante historia de los cultivos picantes", aseguran sus autores en la publicación.
Finalmente, agregaron que el tomate ya contiene genes capaces de codificar las enzimas que permiten sintetizar la beneficiosa sustancia química y solo tendrían que "activarse".
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