Los funcionarios de la ANP —encabezada por el movimiento palestino Al Fatá—, que controlaban la parte palestina del paso fronterizo de Rafah, se retiraron el 6 de enero tras acusar a Hamás de haber arrestado a miembros de Fatá.
Poco después, Egipto anunció que cerraba la frontera para la salida de Gaza.
El paso de Rafah es el único por el que los palestinos pueden salir de Gaza ahora con cierta regularidad, ya que para hacerlo por la frontera con Israel necesitan un permiso que muy pocos obtienen.
Una delegación de los servicios de seguridad egipcios visitó Gaza el 10 de enero y se reunió con altos cargos de Hamás, incluido su máximo líder, Ismail Haniyeh.
Poco después, el movimiento islamista anunció que Egipto había prometido reabrir la frontera lo antes posible.