Durante el interrogatorio, Segev dijo que no había entregado ninguna información clasificada a los iraníes, que no tenía motivos ideológicos ni financieros, y que incluso quería engañar a Teherán y volver a Israel como un héroe, según medios locales. Los cargos iniciales que pesaban en su contra incluían ayuda al país enemigo en tiempos de guerra y espionaje en contra de Israel.
En los últimos años Segev vivía en Nigeria, donde trabajó como médico después de que su licencia fuera revocada en Israel y ayudaba a los miembros de la comunidad judía e incluso diplomáticos israelíes.
En mayo de 2018 el exministro trató de entrar en Guinea Ecuatorial, pero le denegaron la entrada debido a su pasado criminal y los trasladaron a su país de origen, donde fue arrestado. En 2005 fue condenado por narcotráfico y fraude con tarjetas de crédito tras intentar traer de contrabando 32.000 comprimidos de éxtasis de Países Bajos a Israel.
RT