La Sala II de la Cámara confirmó que trataron de conformar una agrupación "cuyo objetivo es imponer ideas radicales y extremistas de tinte religioso", de acuerdo al fallo.

En un grupo de la aplicación de mensajería instantánea Telegram, los jóvenes hablaron de matar con explosivos a homosexuales a los que se calificaba de "infieles", además de intercambiar imágenes con decapitaciones.

La cooperación con otros países permitió acceder a los mensajes e imágenes que compartieron los dos imputados, quienes ahora deberán esperar el juicio oral, y un ciudadano cubano detenido en Colombia por preparar un atentado en un bar de Bogotá, alias "Rawuwulg".

Uno de los acusados grabó un video desde el interior de su vivienda en el que proponía atentar contra la Marcha del Orgullo Lgbtiq (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales y Queer) por medio de un camión cargado de explosivos.

La causa penal, que instruyó el juez federal Rodolfo Canicoba Corral y el fiscal Franco Picardi, comenzó tras el arresto en Colombia del cubano Gutiérrez Sánchez.

A raíz de un aviso de Interpol, la justicia argentina abrió la pesquisa que terminó con la detención de los dos imputados argentinos, que además se grabaron en un video en el que explicaban su intención de atentar contra la marcha del orgullo gay que se iba a realizar en Buenos Aires el pasado 10 de noviembre y que fue postergada una semana por la lluvia.

Los acusados fueron arrestados un día antes de la marcha.

Al ser indagados, los dos detenidos negaron cualquier vínculo con organizaciones terroristas o de cualquier intento de atentar contra la comunidad gay.

Sputnik

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