Wall Street está demasiado centrada en las noticias negativas, hasta el punto de que los tres índices de referencia del parqué neoyorquino sufrieron la peor semana desde la crisis financiera hace una década. El mes va por el mismo camino si en la recta final de 2018 se siguen obviando las señales positivas y los inversores se dejan dominar por los nervios, en el que puede ser el diciembre más complicado desde 1931, durante la Gran Depresión.
El S&P 500, el índice que agrupa a las mayores compañías cotizadas en Estados Unidos, cayó un 2% en la sesión del viernes y acumula un descenso del 7% en la semana. El selectivo está ahora al nivel de julio de 2017. El Dow Jones, el de referencia del parqué neoyorquino, está siguiendo una tendencia idéntica y está a nivel de septiembre de 2017 tras sufrir la peor semana desde octubre de 2008, coincidiendo con la última recesión.
La situación del Nasdaq empieza a ser delicada, por el efecto lastre de valores tecnológicos como Facebook, Amazon, Google, Apple o Netflix. Perdió casi un 3% en la jornada y más de un 8% en la semana. El índice pasó así de estar en zona de corrección a entrar en territorio de mercado bajista, al perder un 20% cuando se compara con el último máximo anual. Es algo que no se veía en diez años. En su caso vuelva estar como en agosto de 2017.
Los tres mayores índices acumulan pérdidas en el mes del 12%. La tensión se refleja en el índice de volatilidad, que está en los 30 puntos, como en febrero. Wall Street logró remontar pero en octubre volvió a torcerse, porque al temor de una desaceleración global se le sumó el impacto de la batalla arancelaria con China, la retirada de estímulos monetarios en EE UU y la fortaleza del dólar. Ahora se le suma el caos político en Washington.
El viernes arrancó con un intento de reequilibrio. Pero los ánimos se torcieron a media se sesión y las ventas se aceleraron cuando Peter Navarro, uno de los principales asesores económicos del presidente Donald Trump, dijo que será muy difícil poder llegar a un pacto comercial con China. También comentó que dos incrementos en los tipos de interés son “demasiados”. El republicano expresa casi a diario su descontento con la Reserva Federal.
Reflejo de esa ansiedad, la agencia Bloomberg asegura que Trump está consultando con sus asesores sobre autoridad legal que tiene para despedir eventualmente a Jerome Powell como jefe de banco central antes de que cumpla su mandato. Fue el presidente quien le nominó hace un año para sustituir a Janet Yellen el pasado febrero. Pero el poder en este caso está en el Congreso. Inclusio si el legislativo diera con una causa, solo agravaría la situación.
El precio del petróleo es otra señal de que el sentimiento en el mercado cambió y refleja el temor creciente hacia una recesión económica. Cerró la semana en los 45 dólares el barril, tras abaratarse un 11%. Es el precio más bajo desde julio de 2017. La percepción general que contrasta con el optimismo la Reserva Federal al justificar su última subida de tipos. El crecimiento es sólido, aunque Powell admite que se modera y hay corrientes cruzadas.
ElPaís
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