Los futuros del crudo Brent y West Texas Intermediate (WTI) tropezaron este martes en más de 5 y 7 por ciento respectivamente, alcanzando durante la jornada sus cotizaciones más bajas en más de un año y sellando al cierre una pérdida acumulada mayor al 30 por ciento de sus valores desde el inicio de octubre.
Según escribe el analista Nick Cunningham en OilPrice.com, el precio del crudo se ha visto arrastrado por un "temora un exceso de oferta" en el propio mercado petrolero, así como por una "profunda sensación de pesimismoeconómico global", factores que a su vez cuentan con una serie de causas técnicas.
Exceso de oferta
Citando indicadores de monitoreo, Cunningham señala que los inventarios petroleros globales han aumentado sorpresivamente en comparación con las expectativas de los analistas, lo que en conjunto con un aumento de la oferta propiciaría una "demanda tibia" y la consiguiente caída de los precios.
En detalle, de acuerdo con las cifras citadas, se prevé que la producción petrolera derivada del esquisto de EE.UU. aumente para enero en más de un 1,5 por ciento y neutralice sin dificultad algunas de las mayores disminuciones mensuales en la producción de países como Venezuela.
Pesimismo económico global
Por otra parte, Cunningham alerta que, en adición a los efectos secundarios de las políticas de la Reserva Federal de EE.UU. (FED), la guerra comercial entre EE.UU. y China "ya ha infligido daños a la economía y aún podría empeorar" la situación. "A menos que haya un repunte en las acciones bursátiles en las próximas dos semanas, 2018 podría ser el peor año para las acciones de EE.UU. desde 2008", vaticina.
Esta desaceleración económica también repercutiría negativamente en los precios del petróleo para 2019, pues "haría que el trabajo de OPEC+ sea mucho más difícil", afirma el analista, subrayando que los efectos del último recorte acordado en la producción ya se han desvanecido.
Posibles reacciones
Estos escenarios pueden dar paso a ciertas reacciones por parte de los actores en el mercado. Una de ellas, según Cunningham, es que los petroleros del esquisto en EE.UU. disminuyan su producción a causa de una inminente presión financiera por los bajos precios del crudo.
Por otra parte, el analista señala que los mercados financieros se encuentran a merced de lo que decida hacer la FED el próximo año. "Originalmente, el banco central tenía la esperanza de continuar con sus alzas de las tasas de interés, pero la volatilidad financiera podría hacer que las suavice. Un tono más suave podría proporcionar algo de alivio a los mercados financieros", explica Cunningham.
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