"Si Rusia estuviera interesada en salvar el Tratado INF, tomaría inmediatamente los pasos para eliminar sus misiles de crucero, instalaciones de lanzamiento y equipamiento adicional que violan el acuerdo; tras cinco años de negociaciones, ante la falta de muestras de que los lideres rusos estén dispuestos de reconocer las violaciones, no podemos concluir que la disposición de Rusia sea seria", dijo Marquis.

El 14 de diciembre Rusia presentó ante la Asamblea General de la ONU un proyecto de resolución para preservar el Tratado INF sobre misiles de alcance medio y más corto.
El Tratado sobre las Fuerzas Nucleares de Alcance Medio y Más Corto (INF, en inglés), suscrito por Estados Unidos y la Unión Soviética en 1987, eliminó toda una clase de armas nucleares, a saber, misiles balísticos y de crucero con un alcance de entre 500 y 5.500 kilómetros.

La eliminación de estos arsenales se completó en los años 1990 y fue confirmada por inspecciones recíprocas.

Sin embargo, Rusia y EEUU se acusaron en varias ocasiones de desarrollar los sistemas que violan este pacto.

El 21 de octubre pasado, el presidente de EEUU, Donald Trump, declaró que su país abandonará el Tratado INF alegando supuestas violaciones del acuerdo por parte de Rusia.

La semana pasada, el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, afirmó que Washington suspenderá el acuerdo a menos que Moscú vuelva a cumplir sus cláusulas en un plazo de 60 días.

La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, declaró en respuesta que Rusia cumple a rajatabla el acuerdo "y EEUU lo sabe".

El presidente ruso Vladímir Putin afirmó por su parte que Rusia se opone a la ruptura del Tratado INF sobre misiles, pero se verá obligada a reaccionar si EEUU abandona el acuerdo.

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