Así es el autor del atentado de Estrasburgo: un delincuente radicalizado en la cárcel

  14 Diciembre 2018    Leído: 416
  Así es el autor del atentado de Estrasburgo: un delincuente radicalizado en la cárcel

El fugitivo sospechoso de abrir fuego y acuchillar a los visitantes del mercadillo navideño de la ciudad francesa de Estrasburgo al grito de “Allahu Akbar ” es un criminal que se convirtió en islamista radical en la cárcel. Los vecinos recuerdan a Cherif Chekatt como un chico corriente, pero para los agentes de seguridad el joven de 29 años representó una posible amenaza durante un tiempo. Sus creencias se reforzaron tras las rejas.

Chekatt creció en el barrio Cité du Hohberg, un suburbio construido en la década de 1960, donde vivía con sus padres en la Rue Tite Live. En la actualidad vivía solo en el mismo barrio que sus padres, en el barrio de Neudorf, aunque en un edificio más modesto.

El sospechoso tiene 27 condenas por robo y violencia y ha estado en cárceles de Francia, Alemania y Suiza. Ahora la policía le busca como sospechoso de haber matado al menos a tres personas la noche del martes.

Un joven normal, según los vecinos

Los vecinos dijeron que creían que el hermano de Chekatt era un musulmán radicalizado, pero siempre habían visto a Cherif como el típico hombre joven que se vestía con pantalones y deportivas, al contrario que su hermano, que prefería la túnica tradicional. La policía está interrogando al padre, la madre y dos hermanos de Chekatt, que se encuentran detenidos, y ha hecho un llamamiento en las redes para pedir la colaboración ciudadana.


Según detallan las autoridades, el sospechoso mide 1,80 metros de altura, tiene una corpulencia normal y el pelo corto. Podría llevar barba y, como se aprecia en la imagen, tiene una marca en la frente. En su llamamiento a posibles testigos se advierte de que se trata de un “individuo peligroso”.

Descrito como una persona discreta por sus vecinos de Neudorf, donde abundan las torres de viviendas de protección oficial, los testigos apuntan a que su carácter había cambiado en los últimos años. Los investigadores atribuyen esa evolución a su radicalización tras un paso por la cárcel a finales de 2015, lo que había llevado a incluirle en el fichero de sospechosos por radicalización. Para el “número dos” del Ministerio del Interior, Laurent Nuñez, su inclusión en ese fichero, en el que figuran unas 12.000 personas, no implicaba que planease cometer un ataque terrorista.

Intento de homicidio en agosto

Hasta el atentado de anoche, Chérif C. aparecía en los ficheros policiales como un delincuente común autor de robos y actos violentos. Uno de ellos tuvo lugar en agosto pasado e incluía un intento de homicidio, lo que llevó a la gendarmería a lanzar ayer por la mañana una operación en la que fueron detenidos tres allegados suyos, pero a la que él escapó por no encontrarse en su domicilio. En el registro del mismo aparecieron, según el fiscal antiterrorista, Rémi Heitz, una granada defensiva, un arma cargada, munición y cuatro cuchillos, dos de ellos de caza.

En dos ocasiones pasó por prisión, siendo condenado en ambos casos a dos años, la última a finales de 2015. Según Nuñez, fue en ese momento cuando comenzó a mostrar una agresividad creciente y un proselitismo religioso que llevó a los servicios de espionaje a abrir una ficha S. El “número dos” de Interior aseguró que en prisión comenzó a incitar a sus allegados a “practicar la religión de forma radical”.

No viajó nunca a Siria

Pero nunca se le pudo relacionar con hechos de carácter terrorista, al tiempo que, según los investigadores, nunca había tratado de viajar a Siria.

Francia ha luchado durante mucho tiempo por integrar en Europa occidental a la población musulmana, involucrándose durante años en virulentos debates sobre la identidad nacional y el papel del islam en un país que cree profundamente en el Estado laico.

Una ola de ataques desde 2015, la mayoría encargados o inspirados por el Estado Islámico, ha matado a 240 personas y ha expuesto las dificultades de Francia para hacer frente a militantes franceses y yihadistas que regresan de guerras en el extranjero.

El vicealcalde de Estrasburgo, Robert Herrmann, dijo que cerca de 400 personas que residen en Estrasburgo y sus alrededores están registradas en la “Ficha S” (en alusión a la “seguridad del Estado”) de las agencias de seguridad, incluido el sospechoso. ”Conocemos el riesgo y confiamos en nuestros servicios para que pongan fin a estos asesinatos”, dijo, antes de añadir: “Siempre habrá, no obstante, un camino a través de internet”.

lavanguardia


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