La ceremonia de clausura de los Juegos de Río 2016

  22 Agosto 2016    Leído: 619
La ceremonia de clausura de los Juegos de Río 2016
La cultura popular brasileña marca la ceremonia de clausura de Río 2016

La ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 ha hecho todo un homenaje a la cultura popular brasileña, con alusiones a los artistas más antiguos de Brasil, la artesanía y los bailes típicos del noreste del país, como el frevo y el forró.

Una de las partes más emotivas se ha producido cuando el sambista Martinho da Vila ha cantado la canción "Carinhoso", un clásico de Pixiguinha de 1917 que está instalado en la memoria colectiva de todos los brasileños, pues ha sido grabado unas 200 veces.

Lo ha hecho acompañado de tres de sus hijas y una nieta, como símbolo de la importancia que en Brasil tiene la cultura oral que se pasa de generación en generación.


Después, se ha izado la bandera de Brasil en el estadio, mientras 27 niños —que representaban los 26 estados brasileños y el Distrito Federal— cantaban el himno nacional acompañados de una poderosa percusión y acababan formando sobre el escenario las estrellas de la bandera de Brasil.


La ceremonia de clausura de Río 2016
La entrada de los atletas en el estadio se ha producido al son de Carmen Miranda, la brasileña que con sus sombreros de frutas se volvió universal, y que ha establecido un curioso diálogo musical con la joven cantante Roberta Sá, una de las principales voces de la nueva generación de la música popular brasileña.

Arranca la ceremonia de clausura de los Juegos de Río 2016
Ya con los atletas rodeando el escenario central de Maracaná la ceremonia ha incluido un homenaje a las pinturas rupestres de la Serra da Capivara, consideras las marcas más antiguas que el hombre ha dejado en América.
Las formas geométricas de los pobladores indígenas han dado paso después a uno de los momentos más íntimos de la ceremonia: en medio de la oscuridad el poema "Saudade", escrito e interpretado por el compositor y poeta Arnaldo Antunes, ha sido declamado mientras las palabras se proyectaban en el escenario.

Se trataba de dedicar un momento de recuerdo para los que no están y al mismo tiempo describir la sensación que los Juegos dejarán al despedirse de Río: "Saudade" en portugués significa añoranza, nostalgia, echar de menos.

Bailarines de la prestigiosa compañía Grupo Corpo
El final de este bloque lo ha protagonizado el barro y los colores de la tierra: bailarines de la prestigiosa compañía Grupo Corpo ejecutaban sus movimientos de danza contemporánea, en contraste con el tradicional forró "Asa branca", de Luiz Gonzaga, que daba vida a unos muñecos de barro.

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