Un ataque aéreo mata a 30 personas en un campo de desplazados al norte de Siria

  07 Mayo 2016    Leído: 494
Un ataque aéreo mata a 30 personas en un campo de desplazados al norte de Siria
Un bombardeo aéreo, atribuido a aliados del presidente sirio Bashar Asad, ha matado este jueves a al menos 30 personas en el norte del país, según han denunciado activistas. El objetivo ha sido el campo para desplazados internos de Kamunia, en la localidad de Sarmada, en la provincia de Idlib y cerca de la frontera con Turquía. Los bombardeos han devastado muchas de las instalaciones y también las esperanzas de que los últimos altos el fuego declarados en Siria prosperen.Los Comités Locales de Coordinación han distribuido a través de internet imágenes -no verificables por este periódico- de tiendas de campaña azuladas pasto de las llamas. Esta organización, formada por activistas opositores de la zona, ha declarado que, además de los muertos, docenas de personas más han resultado heridas por efecto de las bombas. Varios medios han señalado que el bombardeo lo ha efectuado una aeronave rusa, un dato no confirmado.El ataque de ha sido en una zona eminentemente rural de Siria. En Idlib operan varios grupos armados opositores tanto no islamistas, vinculados al llamado Ejército Libre de Siria, como el salafista Ahrar al Sham e incluso brigadas del Frente al Nusra (Al Qaeda en Siria). Kamunia es refugio de varios cientos de los 6,6 millones de desplazados internos sirios, según estimaciones de la ONU. Activistas locales alegan que allí no operaban milicianos. El bombardeo llega después de dos semanas de intensos combates en la vecina provincia de Alepo, cuya capital, la segunda mayor ciudad de Siria, se disputan distintas facciones desde 2012. Justo este miércoles, Gobierno y oposición habían acordado extender durante 48 horas a Alepo una tregua llamada `régimen de silencio`, que ya se aplicaba desde el sábado pasado en las provincias de Damasco y Lataquía. Este alto el fuego no involucraba a Idlib, una provincia controlada por la oposición a Asad salvo el norte, en manos kurdas.Los territorios controlados por el autodenominado Estado Islámico y el Frente al Nusra quedan fuera de estos altos el fuego, complementarios al cese de hostilidades que, auspiciado por la ONU y patrocinado por Estados Unidos y Rusia, se declaró el 27 de febrero pasado en Siria. Esta razón había justificado, a ojos de Moscú y Damasco, todo ataque lanzado contra frentes donde estos grupos estaban presentes. Aunque demasiadas veces, se ha denunciado, el objetivo han sido los civiles.El 28 de abril, un bombardeo contra el hospital del Quds, en un distrito opositor del sur de Alepo, mató a más de 55 personas, entre ellas numerosos niños y el último pediatra del área no gubernamental de la ciudad. Días después, los rebeldes, en un ataque con proyectiles contra el hospital de Al Dabit, en un barrio controlado por leales a Asad, mataron a tres mujeres. Se calcula que más de 300 personas, la mayoría civiles, han muerto en los últimos 15 días de choques en Alepo.Naciones Unidas, que ha condenado enérgicamente todo ataque contras instalaciones sanitarias en Siria, ha declarado en las últimas horas que una mayor presión militar sobre Alepo resultaría "catastrófica", ya que desplazaría a 400.000 personas hasta las fronteras con Turquía. Hoy, las puertas fronterizas están cerradas a cal y canto. Por ejemplo, junto al paso norteño de Bab al Salama, cerca de 100.000 desplazados por la cercanía del Estado Islámico aguardan para entrar en Turquía.Precisamente, el bombardeo de este jueves ha atentado contra estos desplazados huidos de los atribulados núcleos urbanos sirios, primer objetivo de la aviación de Asad. No es el primero. El pasado 30 de junio, la oposición acusó a las fuerzas gubernamentales de bombardear con proyectiles otro campo de desplazados internos en Yabal Akrad, provincia de Lataquía y también cerca de la verja turca. Asimismo, otro refugio de civiles de Lataquía sufrió un ataque con un misil el pasado noviembre.Mujaram al Faukani, al este de la provincia central de Homs, también ha sufrido este jueves bajas civiles. Al menos 10 personas han muerto, y muchas más han acabado heridas cuando un coche bomba ha estallado en una concurrida plaza. Cuando llegaban los primeros asistentes al lugar, otro individuo ha detoando la carga explosiva que portaba. Se ha acusado de esta matanza al Estado Islámico, quien de esta forma tan horrenda ha recordado que sigue siendo un tercer actor maligno en Siria.

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