El candidato a la alcaldía de Londres del partido Laborista Sadiq Khan posa junto a su esposa, Saadiya Khan.
El conservador Boris Johnson podría servir el viernes la vara de alcalde de Londres al laborista Sadiq Khan, presto a convertirse en el primer edil musulmán de la capital británica, pese a la "guerra sucia" su rival tory, Zac Goldsmith, que ha intentado vincularle una y otra vez con el extremismo islámico y que ha contado con el apoyo incondicional de la prensa londinense (a excepción de The Guardian). Los resultados no serán oficiales hasta el viernes por la tarde, pero el último sondeo de YouGov, horas antes de la apertura de las urbas, daba 11 puntos de ventaja a Khan, que vencía en casi todos los segmentos de población (salvo en los mayores de 50 años) y sobre todo en el voto femenino.La diferencia entre los dos candidatos, que llegó a ser de 20 puntos, se recortó en los últimos días a raíz de la polémica del antisemitismo que ha pasado factura no solo a Khan, sino a todos los candidatos laborista en las elecciones locales, la primera prueba de fuego de Jeremy Corbyn como líder de la oposición.Los sondeos vaticinaban pérdidas de 150 a 200 concejales y asambleístas locales para los laboristas, entre más 2.700 en juego. Corbyn se enfrenta a un preocupante retroceso del partido en todo el sur de Inglaterra, en Escocia (donde siguen ganando terreno los nacionalistas) y en Gales (donde puede perder el control de la Asamblea local).Las pérdidas a nivel nacional se verán sin embargo posiblemente compensada con la "reconquista" de Londres, que llevaba ocho años en manos de los conservadores gracias al tirón popular de Boris Johnson. El cambio de tercio ha creado una creciente inquietud entre los conservadores, incluido el propio David Cameron, que expresión en el Parlamento su "preocupación" por los supuestos vínculos en el pasado del candidato laborista con clérigos radicales como Sulaiman Gani.Durante la campaña, su rival "tory" intentó vincularle a una larga lista de extremistas: de Yasser al-Siri (sentenciado a muerte en Egipto por asesinato) a Yusuf al-Qaradawi (asociado a los Hermanos Musulmanes), pasando por Louis Farrakhan (el controvertido líder de la Nación del Islam en Estados Unidos). Sadiq Khan defendió alegando que él ha combatido el extremismo toda vida y que los "vínculos" que se le imputan se remontan a su época con abogado de derechos humanos en los que defendió también a varios presos de Guantánamo.La polémica sirvió para desviar la atención durante la campaña de los problemas que más preocupan a los londinenses, y en los que lleva clara ventaja Sadiq Khan, hijo de un conductor de autobús de origen pakistaní, nacido al sur del Támesis (Tooting) y percibido como más "cercano" por los londinenses que Zac Goldsmith, multmillinario e hijo de Sir James Goldsmith (fundador del Partido del Referéndum).Khan ha prometido un giro rotundo para acometer la falta de viviendas y para evitar que los inversores extranjeros con cuentas "offshore" puedan especular en el mercado inmobiliario de Londres. El candidato laborista ha anticipado también la congelación del precio de transporte público, uno de los más caros de Europa. También ha anunciado que pasará a la acción en la tercera máxima precupación de los lodienses: la contaminación urbana (sufre asma desde niño).La movilización de la comunidad musulmana (el 12% de la población de Londres) y de la población flotante de más de 500.000 europeos (que pudieron votar en las elecciones locales, pero no podrán hacerlo en el referéndum de la UE) también han barrido a favor de Khan. Se estima en cualquier caso que el jueves votó tan sólo el 35% de los londinenses, una baja partipación que es ya algo bastante habitual en las elecciones municipales.La jornada estuvo marcada por el caos en los colegios electorales del norte de Londres que impidieron ejercer su derecho a miles votantes en Barnet; entre ellos, el rabino Ephraim Mirvis, uno de los líderes de la comunidad judía local. Los problemas con el registro electoral perjudicaron sobre todo al candidato a los conservadores, en un barrio de clase media-alta y con gran presencia judía.Sina Berry, del Partido Verde, y Peter Whittle, candidato del Partido de la Independencia del Reino Unido (Ukip), se disputaban el tercer puesto en las municipales seguidos por la liberal-demócrata Caroline Pidgeon, la candidata del Partido de la Igualdad de las Mujeres, Sophie Walker, y el ex laborista George Gallaway, maestro de la autopromoción, que ha pinchado estrepitosamente en su salto a la capital con su partido Respect.
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