Según ese medio, el portavoz del Pentágono, Johnny Michael, afirmó que 38 vehículos fueron entregados el 11 de octubre al Ministerio de Defensa de Guatemala para su uso en operaciones antinarcóticos.
El representante demócrata Eliot Engel, junto con otros legisladores, le escribieron una carta al secretario de Estado, Mike Pompeo, afirmando que “es difícil entender cómo se haría esa transferencia sin una resolución de la acción amenazadora por parte del Gobierno de Guatemala contra el personal de Estados Unidos el 31 de agosto".
En esa fecha, siete todoterrenos J8 de tipo militar con sistemas de armas montados, donados por EEUU, pasaron dos veces frente a la embajada de Washington en Guatemala y también fueron observados en la calle frente a la sede de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), habían explicado legisladores en una misiva de octubre.
El 31 de agosto, el presidente guatemalteco, Jimmy Morales, dijo que no renovaría el mandato de Cicig, que depende de Naciones Unidas, la cual ha investigado a presidentes, ministros, representantes del Congreso y hasta denuncias de violaciones a la financiación de campañas que involucraban al actual mandatario.
Según Michael, el Gobierno de EEUU está investigando el aparente mal uso de esos vehículos.
Por su parte, Morales negó que haya amenazado a la Cicig o a la embajada e incluso brindó varias explicaciones para el uso de esos vehículos.
El Ministerio del Interior guatemalteco afirmó que se habían utilizado para prevenir marchas violentas.
Según The Washington Post, funcionarios del Gobierno y del Congreso afirman que el cambio de actitud de EEUU se debe a preocupaciones sobre el exceso de información que tiene la Cicig así como también por los esfuerzos de Guatemala por ser cercana a la administración Trump.
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