Una reversión aparece en la curva de rendimiento de los papeles del Tesoro de EEUU: el rendimiento de los valores más cortos superó las tasas de los más largos. Los inversores le prestaron atención porque tal situación en el mercado de deuda podría preceder a una recesión económica, informa el periódico financiero ruso RBC tras analizar un gráfico elaborado por Bloomberg.
La diferencia entre los rendimientos de los valores estadounidenses a cinco y dos años el 3 de diciembre se volvió negativa por primera vez desde junio de 2007. Lo mismo sucedió con la diferencia entre los papeles a cinco y tres años.
Para el 4 de diciembre, el diferencial negativo se mantenía: los rendimientos de los bonos gubernamentales de dos y tres años superaban entre 1 y 1,5 puntos básicos —el punto básico es una centésima parte de un punto porcentual— el rendimiento de los bonos del Tesoro a cinco años.
Normalmente, los rendimientos de los bonos más largos son más altos que los rendimientos de los más cortos, ya que el riesgo de pérdidas al invertir durante un período más largo es mayor que en un período corto. Los inversionistas exigen una prima por este riesgo. Pero si los inversores venden valores a corto plazo más rápido que los valores a largo plazo, puede producirse una reversión, resalta el RBC. Esto significa que el mercado generalmente teme un aumento excesivo en las tasas de interés.
La Reserva Federal de EEUU aumentó su tasa clave ocho veces desde fines de 2015. 25 puntos básicos en cada oportunidad. En diciembre, se espera otro aumento.
Sin embargo, los inversionistas y los analistas de mercados financieros le dan más importancia a la diferencia en los rendimientos entre los valores de 10 años y dos años. El 3 de diciembre, la rentabilidad de los valores a diez años superó el rendimiento de los valores a dos años en solo 14 puntos básicos, la diferencia más pequeña desde julio de 2007, señala Reuters.
La reversión de los rendimientos entre los valores a diez y dos años precedió a cada una de las nueve recesiones estadounidenses desde 1955. Estas solían aparecer con un retraso de seis a 24 meses, señalan en el Banco de la Reserva Federal de San Francisco. Esta recesión puede ocurrir antes de fin de año o a principios de 2019, según pronosticó a CNBC Ian Lingen de BMO Capital Markets.