"Enfatizamos la importancia de las acciones compartidas para abordar las causas del desplazamiento y para responder a las crecientes necesidades humanitarias", indica el punto 17 del documento final.
Los presidentes del G20 (Grupo de los 20 países industrializados y emergentes) reconocieron que "los grandes movimientos de refugiados son una preocupación mundial en relación con los consecuencias económicas".
Pese a no ser miembro del G20, el Gobierno español también consiguió que los líderes del grupo observaran "las políticas y tendencias anuales de los movimientos migratorios y desplazamientos internacionales" que tuvieron lugar este año.
Estos fenómenos fueron recogidos en informes por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, en cooperación con la Organización Internacional de Trabajo, la Organización Internacional para Migraciones y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados.
Los mandatarios supervisarán la evolución de este asunto en la próxima presidencia del G20 que liderará Japón, añade el punto 16 del documento.
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