La primera ministra británica, Theresa May, ha relatado en una entrevista a Daily Mail cómo la "roca" de su marido Philip y un gran vaso de whisky escocés le ayudaron a superar la agotadora semana, marcada por los acalorados debates en torno al Brexit, la cadena de renuncias en su Gabinete y las perspectivas de afrontar una moción de confianza de su propio partido.

La política ha reconocido que "han sido un par de días bastante duros". "Cuando subí al apartamento a última hora de la noche del miércoles, alrededor de las once de la noche, lo primero que hizo Philip fue servirme un whisky, un Penderyn galés", detalló la ministra, agregando diplomáticamente que también bebe whisky escocés.

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"Tener a alguien que te apoye"
"Cuando eres primera ministra, te levantas todas las mañanas y nunca sabes cómo va a salir el día", señaló May, que confesó que a su esposo le duelen los ataques de sus críticos incluso más que a ella.

"Llevamos casados 38 años, eso es mucho tiempo. Él es mi roca", aseguró la ministra, añadiendo que "es sumamente importante tener a alguien que te apoye, que no esté involucrado en las complejidades de la política, sino que esté allí para brindarte apoyo humano".

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