“El uso de alimentos y medicinas como un arma contra los civiles es de un solo nombre: crimen de lesa humanidad, sí, crimen de lesa humanidad. Obviamente, para los que afirman ser defensores de los derechos humanos, incluso una nación entera puede ser asesinada para lograr fines políticos”, dijo el jueves el embajador adjunto de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Eshaq Ale-Habib.

En declaraciones formuladas en la Tercera Comisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) —antes de la votación de un proyecto de resolución antiraní presentado por Canadá—, Ale-Habib aludió de forma concreta a las afirmaciones del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, quien anteriormente “amenazó descaradamente a los iraníes con la hambruna”.

El 7 de noviembre —dos día después de que Washington reimpusiera su segunda tanda de sanciones unilaterales a Irán— Pompeo dijo, en una entrevista con la cadena británica BBC, que corresponde a las autoridades iraníes “decidir si quieren que su gente coma”.

Estas políticas “matan a civiles a nivel de genocidio. A lo largo de la historia, la imposición de sanciones unilaterales ha causado más muertos en comparación con las armas de destrucción masiva. La mayoría de las víctimas han sido niños”, indicó Ale-Habib.

El diplomático persa, en otro momento de sus declaraciones, criticó el doble rasero de ciertos países y en particular EE.UU. a la hora de tratar temas de derechos humanos y el terrorismo, y los denunció por hacer oídos “sordos” ante los hechos que no les sirven a sus intereses, como los crímenes israelíes en los territorios ocupados palestinos y el reciente ataque terrorista en la ciudad iraní de Ahvaz.

Teherán ha dado por fracasadas las presiones políticas y económicas de EE.UU. contra el mundo y en particular ha achacado las restricciones estadounidenses contra la República Islámica a la intención del país norteamericano para dañar no solo la economía y el desarrollo de Irán, sino también socavar la independencia y libertad del pueblo persa.

El país persa considera los embargos en su contra de una “violación incesante de los derechos humanos” por haber estado estos poniendo en peligro la vida de muchos pacientes que necesitan urgentemente ciertos medicamentos y equipos médicos. Al respecto la Academia de Ciencias Médicas de Irán ha instado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a que tome medidas inmediatas y serias ante las sanciones médicas de EE.UU.

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