“Pido apoyo al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) porque ustedes saben que el imperialismo norteamericano, el Gobierno imperialista de Estados Unidos nos tiene perseguidos y bloqueados”, manifestó el martes el presidente venezolano, Nicolás Maduro.

El mandatario, en concreto, solicitó la intervención del órgano de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que los venezolanos tengan acceso a fármacos y equipos médicos, bloqueados por las sanciones estadounidenses.

Maduro subrayó que una “campañita de bandidos” de la derecha venezolana ha contribuido a la imposición de sanciones al distorsionar la imagen del Gobierno de Caracas en el mundo.

Maduro dejó claro a los que conspiran contra Venezuela de que su Administración seguirá “haciendo un esfuerzo sobrehumano” para continuar con el programa de recuperación económica del país.

EE.UU. adoptó un conjunto de medidas en agosto de 2017 contra Venezuela, entre ellas prohibió las transacciones y acuerdos financieros con el Gobierno de Maduro y con la corporación petrolera estatal venezolana PDVSA.

Asimismo, en el mes de marzo, el presidente Donald Trump, prohibió por decreto todo tipo de transacciones con monedas digitales emitidas por Venezuela desde el 9 de enero de 2018.

Posteriormente, el mandatario estadounidense firmó una orden ejecutiva que impone sanciones sobre las exportaciones de oro y otros sectores de la economía de Venezuela.

La persecución de EE.UU. sobre el oro venezolano, según se lee en una nota publicada el martes por el diario estadounidense The Washington Times, es uno de los nuevos esfuerzos de Washington para poner fin al mandato de Maduro.

El Ejecutivo chavista también denunció dicha persecución al metal precioso venezolano y acusa a Washington de liderar una “guerra psicológica” para “hacer creer al mundo que hay una crisis humanitaria” en Venezuela y así justificar sus sanciones y una posible campaña bélica.

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