Desde el 12 de noviembre fueron disparados casi 400 proyectiles, algunos de ellos impactaron en viviendas causando un muerto y medio centenar de heridos.
"Estimamos que [los palestinos] cuentan con más de 20.000 cohetes y proyectiles de mortero", dijo a la prensa el portavoz del Ejército israelí, Jonathan Conricus.
Respecto al fin de las hostilidades, el militar indicó que depende "del precio que los propios palestinos quieran pagar por continuar los enfrentamientos".
El lanzamiento de los proyectiles sobre Israel se produce después de la operación israelí que en la noche del 11 de noviembre causó ocho muertos en Gaza, incluidos siete milicianos palestinos y un oficial israelí.
Las fuerzas israelíes respondieron con un bombardeo de más de cien puntos en Gaza, donde las autoridades sanitarias informaron de que murieron cinco palestinos y varios resultaron heridos.
En particular, el Ejército israelí atacó objetivos del grupo palestino islámico Hamás, entre ellos el edificio de la televisión Al Aqsa, y de la Yihad Islámica como túneles, presuntos centros de fabricación de armas y lanzaderas de misiles.
Israel desplegó más soldados y tanques en los límites con Gaza, así como baterías adicionales de su escudo antiaéreo Cúpula de Hierro.
Sputnik
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