“Yemen vive la catástrofe humanitaria más horrible del mundo en este momento”, subrayó el domingo la dirigente germana en su intervención en el ‘Foro sobre la paz’ de París, conferencia internacional auspiciada por Francia para fomentar el multilateralismo y la gobernanza mundial con ocasión del centenario del armisticio de la Gran Guerra.

Merkel aseguró que los 222 conflictos violentos registrados en todo el mundo el año pasado, incluido Yemen, demuestran que nada han aprendido de las lecciones de las guerras mundiales, y sostuvo que la paz “está lejos de ser una evidencia”.

También lamentó que la violencia registrada en el mundo haya causado unos 65,8 millones de refugiados, más de la mitad de ellos niños.

La campaña militar contra Yemen de Arabia Saudí y varios de sus aliados árabes, iniciada en marzo de 2015, se ha cobrado hasta ahora 6872 vidas civiles, según un nuevo balance ofrecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La cifra, no obstante, difiere de los recuentos realizados por otras entidades e instituciones pro derechos humanos. En agosto, el diario The Washington Post, en un informe, cifró en casi 50 000 los yemeníes muertos en dicha guerra.

La ONU alerta de que Yemen sufre “la mayor crisis humanitaria del mundo” debido a la prolongada agresión y al bloqueo total impuesto por Arabia Saudí.

Además, el empobrecido país árabe “está al borde de la hambruna”, según el organismo internacional, ya que “casi el 60 por ciento de la población no sabe de dónde vendrá su siguiente comida” y “casi 2 millones de niños yemeníes sufren de una desnutrición severa”.

Organismos internacionales pro derechos humanos denuncian el papel crucial que desempeñan las ventas masivas de armas occidentales a los países agresores en la prolongación del conflicto en Yemen.

Pese a las palabras de Merkel, Alemania, junto con otros países occidentales, es uno los mayores proveedores de armas a Riad. En lo que va de año Berlín ha aprobado licencias de venta de armas a Arabia Saudí por valor de 477 millones de euros.

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