La política del Departamento de Estado de EEUU y del propio vicepresidente Biden respecto a Serbia no cambia desde hace muchos años, expresó Prorokovic, experto del Centro de Estudios de Alternativas Estratégicas de Belgrado.
"La meta de su visita es mantener la región bajo el control de Estados Unidos para obstaculizar el fortalecimiento de la influencia rusa. Además, busca normalizar las relaciones entre Belgrado y Pristina, que deben culminar con un acuerdo que facilitará el ingreso de Kosovo en la OTAN", afirmó el experto.
En total, EEUU goza de un buen puñado de razones para preocuparse por la región, desde la presencia rusa hasta los desacuerdos con Alemania y Turquía. Además, la actividad inversionista china y la crisis migratoria también representan un desafío para los norteamericanos.
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EEUU busca mantener un grado amplio de control en la región para impedir el proyecto del gasoducto South Stream —si llega a ser discutido de nuevo- o para prevenir cualquier tipo de acuerdo entre Rusia y Serbia en el ámbito militar.
Según aseguró Prorokovic, será muy importante seguir el desarrollo de las relaciones ruso-serbias tras la visita del vicepresidente de Estados Unidos.
"No hay que creer en todas las declaraciones de Biden en el sentido de que realmente buscará el compromiso en las negociaciones entre Belgrado y Pristina. Él, igual que la mayoría de la gente en la política exterior norteamericana, utiliza a su favor la independencia de Kosovo", insistió.
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