En los primeros compases de Zinedine Zidane al frente del Madrid, los jugadores miraron con cierta sorpresa su afán defensivo. En aquellos entrenamientos de enero, insistía una y otra vez en la necesidad de mantener las líneas juntas, con los laterales controlando sus subidas, atentos a la ayuda a los centrales. «Italia le marcó», dicen en el club sobre su libreto. Pasó cinco temporadas en la Juventus, en un equipo de acero, al mismo tiempo que su fama crecía en la mejor selección francesa de todos los tiempos, campeona del mundo y de Europa sustentada sobre un armazón muy poderoso. Duros atrás, solventaban con el talento arriba del propio Zidane, Henry o Pires. Su Real Madrid ha avanzado hasta la final de la Champions y sigue vivo en la Liga con unos números defensivos muy llamativos, sobre todo en el Bernabéu. Nadie ha marcado un gol en el estadio blanco desde que arrancó el torneo esta temporada. Seis partidos a cero ha terminado Keylor Navas, en una racha que no se veía en la Copa de Europa desde el Milán de 1993 dirigido por Fabio Capello. Siete goles a OblakSus cinco dianas las ha visto el Madrid a domicilio, reunidas en sus dos peores salidas: ante el Shakhtar (3-4) y en la peligrosa derrota de Wolfsburgo (2-0). En el resto quedó inmaculado. A no ser que el Atlético le golee en la final, acabará con unas cifras defensivas espléndidas en la Champions. Este inesperado músculo compite con su rival de Milán, equipo que ha hecho bandera de su muro ante Oblak. Sólo siete goles ha encajado el esloveno. Salvo alegre resultado el 28 de mayo, con muchos tantos, quien salga campeón podría presentar el mejor balance de los últimos ganadores. El Barcelona el pasado año recibió nueve, el propio Madrid 10 en 2014, el Bayern nueve un año antes, el Chelsea 11 en 2012...Al Atlético que llegó a la final de Lisboa sólo le hicieron 10 goles en toda la competición, cuatro de ellos en el Estadio da Luz. Dos temporadas después, el equipo de Simeone vuelve a entrar en el gran partido europeo luciendo una férrea disciplina, capacitado para exprimir al máximo cualquier mínima ventaja. En la Liga su contabilidad es todavía más notable, con sólo 16 tantos recibidos en 36 jornadas, la mitad que el Madrid (32). Con distintos estilos y perfil de jugadores, ambos contrincantes han progresado desde la fortaleza de su última línea.En este sentido, Zidane aprovechó el trabajo de Rafa Benítez en el primer tramo del curso. Al equipo del actual técnico del Newcastle le faltaba vistosidad en ataque, pero arrancó sin goles en contra en las primeras cuatro jornadas. El francés ha subido el listón, aprovechando también la mejora de sus centrales. Tras alternar con Varane, Pepe y Ramos se han afianzado en la zaga desde la vuelta de octavos de final contra la Roma. Sin disparos a puerta del CityAnte el Manchester City el pasado miércoles, la pareja de veteranos secó a la delantera inglesa, contundentes al corte y efectivos por arriba. Toda una garantía para Navas, sin apenas foco en toda la eliminatoria. Las estadísticas de la UEFA mostraban un cero en la casilla de disparos a puerta del City (cinco del Real Madrid), por mucho que después Manuel Pellegrini insistiera en la presunta igualdad que, en su opinión, mantuvo el choque. Apeló en el análisis a la «suerte» como elemento decisivo para que los blancos pasaran a la final de la Champions. El rendimiento defensivo del conjunto de Zidane se logró además sin la presencia de Casemiro, la gran diferencia entre el once titular habitual de Benítez y de su sucesor. La lesión del brasileño fue solventada por una medular de tres más artista, pero bastante eficaz ante el City en la presión. Isco cumplió con el papel de volante, atento en ataque y también en la brega. Su entrenador recordaba aún la buen actuación del malagueño en la final de Copa de 2014 ante el Barcelona, también con mucha faena defensiva aquel día en Mestalla. Ahora tiene Zidane 22 días hasta la final para decidir el dibujo que se medirá al bloque de hormigón rojiblanco.

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