Según la publicación, tanto los políticos, como los reguladores y organizadores de campañas por todo el mundo —en particular, en Europa— se muestran cada vez más preocupados por el dominio de las empresas tecnológicas estadounidenses.
"No hay duda de que las empresas estadounidenses constituyen un motor de la revolución tecnológica, mientras que todos los gigantes del ámbito, desde Amazon y Apple hasta Facebook, tienen sus sedes en la costa oeste de EEUU", afirmó Lynn.
El columnista advirtió que "esto no necesariamente va a durar siempre".
Lynn explicó que el porcentaje del capital de riesgo que se invierte en las nuevas empresas estadounidenses "se está reduciendo considerablemente", algo que significa que las "estrellas de altas tecnologías" van a aparecer en cada vez más países en la próxima década.
El experto recordó que las revoluciones industriales siempre empezaron con el liderazgo de un país, mientras que otros Estados luego lo alcanzaban.
"La misma cosa podría pasar con la industria de ordenadores y el internet", indicó Lynn, quien subrayó que "el liderazgo de EEUU probablemente está llegando a su fin".
Según el columnista, en la última década, la industria de ordenadores y del internet ha sido controlada por un pequeño grupo de gigantes corporativos con sedes en Seattle y Silicon Valley (California), como Apple, Amazon, Facebook, Microsoft o Alphabet (la empresa que controla a Google), además de las "estrellas en ascenso" como Netflix, Airbnb o Uber.
Lynn admitió que esa situación se ha convertido en motivo de preocupación para el resto del mundo. Así, la UE impuso multas sobre Google, Apple y empresas similares, así como apostó por invertir en sus "competidores locales".
Asimismo, invirtió más de 1.000 millones de euros en "el desarrollo de campeones europeos en el ámbito de la inteligencia artificial" para que el continente europeo no perdiera la próxima guerra tecnológica, como sucedió la última vez. Según afirmó el columnista británico, Rusia, China y Japón están igualmente preocupados por el liderazgo de EEUU en este ámbito.
Según un reciente informe publicado por el Centro para Actividad Empresarial de EEUU, las inversiones en las nuevas empresas estadounidenses están disminuyendo. Por ejemplo, hace dos décadas, las inversiones en las compañías tecnológicas de EEUU constituían un 95% del total. Pese a que los empresarios de este ámbito tienen el mismo acceso a los fondos como antes, los hombres de negocios de todo el mundo también tienen esta oportunidad, algo que les quita parcialmente el liderazgo a los estadounidenses.
De acuerdo con el informe, con el tiempo, las empresas tecnológicas van a ser distribuidas de manera más equilibrada. Por ejemplo, Pekín y Londres están trabajando en la creación de las llamadas 'ciudades superestrellas' destinadas a las inversiones en alta tecnología, que ya se pueden comparar con las estadounidenses.
"Por ejemplo, la empresa Spotify, que tiene su sede en Estocolmo (Suecia) es una de las pocas empresas de internet que han aparecido fuera de EEUU", recordó Lynn.
En lo que respecta a China, los gigantes como Tencent o Alibaba"continúan su expansión global". El columnista indicó que los centros de nuevas tecnologías surgen por todo el mundo, y su "influencia va a crecer", algo que "llevará a la aparición de la nueva ola de gigantes tecnológicos capaces de convertir la web en algo más global". Esta tendencia también contribuirá al aumento de la riqueza en estos países.
Según concluyó el autor del artículo, esto "no va a ser un desastre para la economía estadounidense, sino que la quitará un poco de 'lujo'".
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