Sao Paulo, (EFE).- La agencia de calificación de riesgo Fitch volvió a rebajar la nota soberana de la deuda de Brasil, que pasó de BB+ para BB con perspectiva negativa, la segunda disminución en los últimos seis meses, informó hoy la calificadora.
El "ambiente político muy desafiante", ante la posibilidad de que el Senado le abra un juicio político con fines destituyentes a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, fue uno de los argumentos expuestos porFitch para justificar la nueva reducción.
"La baja popularidad de la presidenta, el creciente alcance de las investigaciones por corrupción en Petrobras, protestas en las calles y el proceso de `impeachment` (juicio político) contra la presidenta Dilma Rousseff contaminaron el ambiente político", alega la agencia.
En diciembre, cuando Brasil perdió el estatus de grado de inversión por parte de la agencia, Fitch había rebajado la nota de BBB- para BB+.
La nueva nota para la deuda soberana de Brasil otorgada por Fitch se iguala a la de las otras dos grandes agencias calificadoras, Standard & Poor`s y Moody`s, que la tienen también dos escalones por debajo del grado de inversión del país.
Al mantener la perspectiva negativa, Fitch prevé nuevas rebajas de la nota brasileña.
La grave situación económica del país, en recesión y que registró el año pasado una contracción del 3,8 %, su peor resultado en los últimos 25 años, y los pronósticos de una caída similar este año, además de la crisis política, que siembra desconfianza en los inversores, fueron puntos tenidos en cuenta por la agencia.
"Las perspectivas de crecimiento de corto plazo continuaron debilitándose desde la rebaja para BB+ en diciembre de 2015", apuntó la agencia, que prevé que la economía brasileña volverá a contraerse un 3,8 % este año y un tímido crecimiento del 0,5 % en 2017.
En diciembre, cuando rebajó la nota por primera vez, Fitch calculaba una contracción para este año del 2,5 % y un crecimiento para 2017 del 1,2 %.
Fitch, de igual manera, dijo considerar que una posible transición del poder para el vicepresidente Michel Temer, quien asumiría en caso de que Rousseff tenga que apartarse del cargo para enfrentar el eventual juicio político, tendrá "potenciales desafíos", como "una larga recesión, acompañada por una tasa de desempleo creciente". EFE
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