"La situación respecto a Siria cambiaba, y deberíamos hacernos la pregunta sobre qué habría ocurrido si nuestro presidente (Vladímir Putin) no hubiera logrado convencer y poner en práctica la idea de destruir las armas químicas. Estaban listos para ser lanzados 624 misiles de crucero en un ataque masivo contra Siria", dijo a la televisión Rossiya 24.
En 2013 en las negociaciones en Ginebra, Rusia logró convencer a Estados Unidos de la posibilidad de una solución pacífica a la crisis siria, que estalló después de que fueran usadas armas químicas en los suburbios de Damasco.
Aviones de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia en la base siria de Hmeymim
© FOTO: RUSSIAN DEFENSE MINISTRY
"Rusia convertirá la base aérea Hmeymim en su base militar permanente en Siria"
Las partes acordaron evitar una intervención militar y destruir las armas químicas en Siria hacia mediados de 2014.
A petición del presidente de Siria, Bashar Asad, Rusia inició a partir del 30 de septiembre de 2015 una ofensiva aérea para detener el avance de los yihadistas.
Los cazas Su-30SM y Su-35S y los bombarderos Su-24, Su-25, Tu-22M3, Tu-95SM y Tu-160 de la Fuerza Aeroespacial rusa, con el apoyo de la Armada del país atacaron las posiciones de los grupos extremistas Daesh y Frente al Nusra (ambos proscritos en Rusia y otros países), logrando socavar considerablemente su infraestructura.
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