La sorpresiva derrota frente al CSKA de Moscú (1-0) situó al equipo blanco en la tercera posición del grupo G, empatado a puntos (3) con el segundo, la Roma, y a uno del equipo ruso, que lidera la llave con 4.
A esa derrota, le siguieron dos consecutivas en Liga frente a Alavés (1-0) y el sábado contra el Levante (2-1) subiendo la presión sobre un equipo blanco que necesitará una victoria brillante en el Bernabéu para tratar de cambiar la dinámica negativa en que se ha instalado el equipo blanco.

Lastrado por bajas sensibles en sus últimos partidos, el Real Madrid recuperó el sábado a sus lesionados Isco, Bale y Benzema, pero ni siquiera la vuelta de estos tres pilares del equipo frente al Levante fue suficiente para enderezar el rumbo del conjunto de Lopetegui, al que muchos dan por sentenciado si no logra buenos resultados frente al Viktoria y el domingo contra el Barcelona.

- Sin pensar en la destitución -

"Lo último que pienso es en esto (la destitución). Lo que realmente me preocupa es levantar a los chicos rápidamente", dijo Lopetegui el sábado, recordando que "tenemos en 3 días un partido muy importante de 'Champions'. Tenemos que seguir trabajando, creyendo e insistiendo".

La presión se ha intensificado sobre el técnico blanco hasta el punto de que la prensa española especula con la posibilidad de que no llegue en el banquillo al clásico liguero del domingo, a pesar de contar con el apoyo de los jugadores.

"Lo único que puedo decir como capitán es que Julen tiene el apoyo de todo el vestuario, de todos los jugadores", le defendió el capitán del equipo blanco, Sergio Ramos, repartiendo culpas por el mal momento del equipo y afirmando que "todos en general podemos hacer más".

Y es que el equipo blanco genera ocasiones, pero el gol cuesta, hasta el punto de que frente al Levante envió tres balones al palo y once tiros entre los tres palos, de los que sólo entró el solitario tanto de Marcelo.

Ese gol puso fin a una de las peores sequías del Real Madrid tras 481 minutos, es decir, ocho largas horas consecutivas sin ver puerta.

A ello se une la fragilidad defensiva, donde los centrales Varane y Ramos no han tenido su mejor inicio de temporada.

- Farolillo rojo -

Ambos se perfilan como titulares el martes en el Santiago Bernabéu con la misión de mejorar la solidez atrás del equipo blanco, que solo ha mantenido su portería a cero en cuatro de once partidos disputados esta temporada.

El futbolista del Real Madrid Gareth Bale se desespera en un partido contra el Levante el 20 de octubre de 2018 en Madrid

El encuentro contra el equipo checo, el rival más débil del grupo G, parece la ocasión propicia para que el equipo blanco dé la vuelta a su dinámica negativa.

"Los jugadores tienen ganas de revancha", advirtió Lopetegui, para el que una victoria supondría un balón de oxígeno.
El Viktoria Plzen llega al Bernabéu como farolillo rojo de la llave, tras haber logrado un único punto en el empate con el CSKA en la primera jornada y encajar un 5-0 contra la Roma en la segunda.

Segundo en la liga checa, el Viktoria es consciente de la dificultad del duelo con el Real Madrid, pero con un equipo blanco en horas bajas, el club centroeuropeo no descarta dar una sorpresa en el Bernabéu.

"Espero un partido muy interesante", dijo el viernes el técnico del Viktoria, Panel Abra, añadiendo que "vamos allí con alguna intención".

AFP

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