Envases, ropa, dispositivos digitales, equipos médicos, detergentes y neumáticos se están convirtiendo en los grandes impulsores de la demanda mundial de petróleo, pese a las voces que desde distintos lugares en el mundo llaman a ponerle fin al consumo de los hidrocarburos.
No son los combustibles sino los productos petroquímicos, componentes derivados del petróleo y el gas, que se utilizan en todo tipo de productos diarios, los principales impulsores de esa demanda, señala un estudio de la Agencia Internacional de Energía (IEA).
El análisis señala que hasta 2030, según se prevé, los productos petroquímicos representarán más de un tercio del crecimiento de la demanda mundial de petróleo y casi la mitad del crecimiento hasta 2050, a lo que habría que sumar los casi 7 millones de barriles de petróleo diario que se esperan para ese año.
La demanda de plásticos ha superado a todos los demás materiales a granel, como el acero, el aluminio o el cemento, y casi se ha duplicado desde el 2000. Las economías avanzadas usan actualmente hasta 20 veces más plástico y hasta 10 veces más fertilizantes que las economías en desarrollo, en una base per cápita.
El estudio The Future of Petrochemicals es parte de una serie de la IEA sobre el sistema energético mundial, que abarca cuestiones fundamentales para la evolución del sector energético pero que reciben poca atención, refiere la agencia, cuyo informe se encuentra entre las revisiones más completas del sector petroquímico mundial. RT
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