El emprendedor que cambió Beethoven por David Guetta

  13 Agosto 2016    Leído: 682
El emprendedor que cambió Beethoven por David Guetta
El bombo por el do sostenido. Muy pocos dj`s han cursado antes música clásica, y Lenz García es un ejemplo: cambió el piano por tabla de mezclas y fundó la que ahora es la escuela de música electrónica con más alumnos de Barcelona, con más de 500 inscritos.


La pasión por la música le lanzó a la electrónica. Tras completar diez cursos y acabar la titulación superior de música, Lenz García decidió ser disc-jockey. Descubrió este mundo de joven: pinchaba en discotecas cuando legalmente todavía no podía entrar, a los 16 años, y cuando acabó piano decidió dedicarse exclusivamente al house.Descubrir, investigar y transmitir: El productor quiso -y quiere- explorar la música sin límites, normas o corsés, y a los 21 años fundó la escuela que todavía dirige, Sonopro.

«Todo empezó en 2007, en una habitación en casa», afirma. Actualmente, el centro es el que más alumnos tiene en Barcelona, con más de 500 por curso, y este mes de agosto ha sido el mejor de sus nueve años de vida. El local reúne a profesores reconocidos de la escena musical con alumnos de todas las edades, gustos y estilos.«La música electrónica vuelve a los orígenes de la música de percusión», confirma Lenz García.

Con el paso de los años, señala el dj, «los humanos nos hemos empeñado en complicar sonidos, añadir notas, instrumentos; la música electrónica no experimenta con más sonidos, sino con cómo llegas a producir ese sonido». Y es precisamente en esto que hace hincapié el productor: la música es música. «El dj sube a la cabina y transmite, hace que la gente se mueva, ¿en qué se diferencia de un playback de Madonna?», añade.

En los últimos años, la Generalitat ha impulsado una formación profesional de Vídeo disc-jockey y sonido, un grado medio. Lenz García denuncia que la música «se ha academizado demasiado» y que eso contribuye al desprestigio de la electrónica. «No pueden haber títulos: no te los piden cuando vas a pinchar».

Como tampoco se los pidieron a Beyoncé para actuar en el Sant Jordi.«La música es un arte: lo importante es sentirla, que te mueva. Le hemos puesto demasiadas etiquetas», asegura el productor, quien cree incomprensible el descrédito hacia la electrónica: «Es triste que algunos músicos no entiendan que la música es música», sentencia.


Etiquetas:


Noticias