Si la moderación oculta un plan radical…

El movimiento Gülen sigue siendo una amenaza para los Estados Unidos y Turquía

Nadie quiere vivir el momento de Cosby, el momento en el que todos sus actos sospechosos se salpican al mundo. Fethullah Gülen, el líder incuestionable del movimiento Gülen, ha sufrido recientemente este momento que es un ingenio de la FBI.

El clérigo musulmán Fethullah Gülen cuya patria es Turquía no sólo una persona de graduación de la escuela primaria sino también es un personaje tan misterioso. Según las correspondencias infiltradas por Wikileaks, el Departamento de Estado de EEUU califica a Gülen de “islamista radical” y añade que hay un plan más radical y malicioso por debajo de su mensaje moderado”. Nadie sabe el origen de su capital que se estima como 25 mil millones de dólares. Pese a la postura del Departamento de Estado, su característica más destacada es que él adopta los principios de tolerancia y multiculturalismo. Pero, una investigación más profunda revela que él es un islamista real y ultra radical y que intenta convertir a EEUU y Turquía en unos países que se dirigirían por la ley religiosa.

Gülen, exiliado en EEUU, dirige una amplia red que incluye sospechosas escuelas contractuales, organizaciones no gubernamentales vinculadas el uno al otro y algunos establecimientos. De acuerdo con los dictamines de los tribunales en EEUU y Turquía, Gülen elabora un plan para derrocar y excitar francamente al Gobierno elegido democráticamente en Turquía que es uno de los países aliados estables de EEUU en Oriente Medio y un miembro de la OTAN y que lleva una importancia vital para erradicar al DAESH y llevar paz a Irak y Siria.

Gülen, que tiene la red más amplia de escuelas contractuales en EEUU, recibe millones de dólares de los contribuyentes. Las investigaciones sobre los abusos financieros de las escuelas de Gülen continúan todavía en Texas, Luisiana, Illinois, Ohio y otros estados, y estas investigaciones se ejecutan adicionalmente a la investigación de la FBI. Según los informes del estado y las organizaciones regionales de seguridad, el Movimiento Gülen está en colusión con las empresas y las organizaciones no gubernamentales vinculadas directamente a él, y hace un juego de confidencia con el ingreso obtenido de los contribuyentes. Las escuelas de Gülen pagan un alquiler en los campos que los tiene Fethullah Gülen, la construcción y los trámites de restauración de los establecimientos pertenecientes a Gülen se realizan por las empresas de Gülen y se gastan cantidades exorbitantes para facilitar la entrada de los jóvenes turcos en los Estados Unidos.

Estos hombres jóvenes, que todos son discípulos, se llevan a EEUU para sustituir a los maestros estadounidenses que tienen documentos de competencia. Y según las alegaciones, intentan añadir a los niños estadounidenses en un movimiento islamista con eje de Turquía. Este movimiento islamista se actúa como un quinto brazo, e intenta convertir EEUU y Turquía en un país a dirigirse por la ley islamista a través de la propagación de los niños a la sociedad estadounidense. Estas personas tienen más de cinco mil visas H-1B que se aplican a las personas que quieren prestar servicios en un campo especializado. Esta cifra es más que la persona que tiene esta visa en Google. Y se sospecha de que el Movimiento Gülen hace esclavitud contractual, y este acto se investiga en el marco del Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas.

Gülen lucha contra el juicio abierto en el Tribunal de la Región Central de Pensilvania de EEUU con la alegación de que Gülen y su movimiento imponen violaciones de derechos humanos contra los miembros de un partido político rival en Turquía. El juicio pide la extradición de Gülen para que se enjuicie sobre estos crímenes.

El Movimiento Gülen se investiga siempre por haber sido tenido algunas intentonas a fin de filtrarse en el gobierno, la prensa, el mundo laboral, la policía y la justicia para cambiar el orden constitucional y derrocar el gobierno elegido democráticamente en Turquía. Los jueces y policías, manipulados por el Movimiento Gülen, tomaron como blanco a los máximos soldados con acusaciones falsas y pincharon teléfonos, y además condenaron a los periodistas laicos que no tienen una postura islamista.

Como lo ocurrido en EEUU, el Movimiento Gülen se infiltra en la infraestructura de educación en Turquía, radicaliza a los niños a través de las escuelas y aseguran que estos niños den la espalda a los ideales de modernización de Turquía, como lo hacen las madrazas en otras naciones.

Aunque la FBI, el Estado y los funcionarios encargados de la ejecución investigan trabajosamente la alegación de que la amplia red de escuelas contractuales del Movimiento Gülen defrauda a los contribuyentes estadounidenses, especialmente la FBI debe revelar los objetivos correlacionados con los maestros turcos, que dan enseñanza a los estudiantes estadounidenses en dichas escuelas –es decir apostasía adoptando la doctrina islamista de los niños estadounidenses”-, ya que hay muchos maestros calificados y certificados.

Si se considera por el aspecto geo-político, una investigación amplia revelará ya las cosas reconocidas sobre Fethullah Gülen del Departamento de Estado de EEUU, como que sus mensajes son ominosos y es un “islamista radical” que oculta su agenda radical. Además, la investigación revelaría probablemente que Fethullah Gülen estimula a derrocar al Gobierno turco y que si hubiera sido exitoso, habría dirigir a Turquía en contra de los intereses estadounidenses. Francamente, los Estados Unidos no necesita un régimen Gülenista aliado de la OTAN en un papel clave en una región importante del mundo.

*Abraham R. Wagner da clases sobre inteligencia y ley de seguridad nacional en la Escuela de Asuntos Públicos e Internacionales de la Universidad de Columbia y en la Escuela de Derecho de Columbia. Wagner también es un investigador veterano en los Estudios de Guerra y Paz del Instituto de Saltzman.

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