Investigadores rusos han revelado algunas de las dolencias más peligrosas que pueden ser provocadas por los tatuajes en la piel. Un estudio realizado por el Centro Científico y Práctico de Dermatovenereología y Cosmetología de Moscú asegura que esta práctica puede verse acompañada de complicaciones que van desde procesos infecciosos locales hasta enfermedades crónicas en la piel, como psoriasis y dermatitis, entre otras.
Basados en el caso clínico de una paciente con un tatuaje negro y rojo en un pie, los especialistas descubrieron que padecía de liquen plano, una enfermedad inflamatoria poco común y asociada a una reacción alérgica o inmunitaria. La joven se quejaba de ardor, escozor, descamación e inflamación, que provocaron además cambios en la apariencia del diseño en la piel.
Alergias
Según la investigación, las causas pueden estar asociadas a una alergia a los pigmentos introducidos en la piel, especialmente al color rojo, que "estadísticamente provoca más a menudo complicaciones tardías" y está ligado a la dermatitis —la hinchazón y el dolor—, debido a que contiene sulfuro de mercurio.
En este caso fue necesario acudir a procedimientos médicos complejos, como fotoquimioterapia, y al uso de antialérgicos y antinflamatorios. Sin embargo, la enfermedad no siempre desaparece por completo; incluso, tras una exitoso tratamiento, puede reaparecer.
Estafilococo y hepatitis
La dermatóloga Elena Kovtunova advierte sobre otro problema común: el Estafilococo dorado ('Staphylococcus aureus'), que se desarrolla si un individuo con un tatuaje nuevo no practica los cuidados necesarios, y el proceso de curación se acompaña de una inflamación purulenta.
La especialista subraya que también existe una conexión directa entre la cantidad de tatuajes y el riesgo de contraer hepatitis C, sobre todo si el proceso de tatuado no se lleva a cabo con materiales esterilizados. "Las personas con tatuajes, sobre todo si tienen grandes zonas del cuerpo cubiertas, son el grupo de riesgo más alto para contraer hepatitis", subraya.
Cáncer
Se ha demostrado que hacerse un tatuaje puede generar problemas en el sistema inmunológico al cabo de los años, ya que los pigmentos de la tinta —que contiene hollín, óxidos metálicos y sales— pueden acumularse en los nodos linfáticos, incluso de forma vitalicia, y propiciar inflamaciones cutáneas y otras adversidades.
Una investigación realizada en 2016 por la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas determinó que algunos de los pigmentos, incluso, podrían ser cancerígenos o capaces de producir mutaciones y efectos tóxicos. Los colores rojo, azul, verde y púrpura podrían causar granulomas: pequeñas inflamaciones en la piel; y el negro podría contener altos niveles de sustancias tóxicas prohibidas para su uso en la piel humana.
"Entre más alteramos al sistema inmune, mayores son los riesgos de enfermedades oncológicas. Los tatuajes de gran tamaño no son una alegría para la inmunidad. Todo los que recibimos del exterior, nuestro organismo intenta eliminarlo", explica Kovtunova.
Finalmente, la dermatóloga aconseja evitar hacerse tuajes en zonas de la piel donde existan lunares, porque esto puede aumentar el riesgo de melanomas.RT
Etiquetas: