"Las pérdidas directas totalizan los 4.000 millones de dólares", dijo en una entrevista concedida a Sputnik.
Kharbutli comentó que el sector eléctrico y la infraestructura relacionada sufrieron ataques desde el mismo comienzo de la guerra porque son el "eje" del desarrollo económico y están vinculados con todos los demás sectores económicos.
"Los bombardeos dañaron las centrales eléctricas de Alepo, Zizoun, Tishrin, Maharda y Ez Zara, los terroristas además robaban las máquinas y equipos", reveló el ministro.
A pesar de todo, continuó Kharbutli, el Ministerio de Energía Eléctrica está decidido a restaurar el sector "en cooperación con los países amigos".
El ministro dijo además que Siria espera establecer con Rusia una cooperación "estratégica" en energía eléctrica.
"Esperamos desarrollar una cooperación estratégica y mutuamente beneficiosa con empresas rusas del sector eléctrico porque precisamente Rusia acumula una gran experiencia en dicha área", subrayó el funcionario sirio.
En enero pasado, el Ministerio de Energía de Rusia firmó con Siria una hoja de ruta sobre la cooperación en energía en 2018 y en el período posterior.
El documento prevé la restauración, modernización y construcción de nuevas instalaciones energéticas en Siria.
El viceministro primero de Energía, Alexéi Téksler, había comentado a periodistas que los dos países están estudiando reconstruir cuatro centrales termoeléctricas en Siria.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
Según datos de la ONU, unas 400.000 personas perdieron la vida en el conflicto.
Actualmente está en primer plano la búsqueda de una solución política para la crisis siria y el retorno de los refugiados tras siete años de guerra.
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