Según los datos facilitados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), entre abril y junio hubo 1.762 embargos de vivienda habitual, un 13 % menos que entre enero y marzo.
Sin embargo, si se toma en cuenta el número total de viviendas -habituales y de otro tipo- que fueron objeto de una ejecución hipotecaria, la cifra se elevó a 7.086, un 2,9 % menos que un año antes, pero un 5,8 % más que entre enero y marzo de este año.
El director de Estudios de pisos.com, Ferran Font, destaca que el volumen de ejecuciones hipotecarias sobre vivienda habitual sigue "con su más que destacable reducción en el segundo trimestre", si bien esta es "algo menor que el primer trimestre".
Más de la mitad de estas ejecuciones afectan a hipotecas constituidas en el periodo en el que los precios se encontraban en máximos, añade Font, y es importante tener en cuenta que el valor de muchos de estos inmuebles comprados durante esa época, debido a su depreciación posterior, pasaron a valer menos que su hipoteca.
En conjunto, "es una buena noticia a nivel social porque es un indicador de que las finanzas de las familias van recuperándose en este periodo expansivo de la economía española, y un síntoma claro de la buena marcha del sector inmobiliario en general".
El número de inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias iniciadas en los registros de la propiedad en el segundo trimestre de 2018 fue de 14.327, un 1,0 % más que el trimestre anterior y un 3,2 % más que en el mismo trimestre de 2017.
Entre las viviendas de personas físicas con ejecución hipotecaria, 1.762 eran habituales en propiedad (un 38,2 % menos que en el mismo trimestre de 2017) y 727 no eran residencia habitual de los propietarios (un 17,7 % menos).
Según la naturaleza de la finca, las ejecuciones sobre viviendas concentraron un 49,4 % del total; un 12,3 % fueron sobre viviendas habituales de personas físicas; un 32,1 % correspondió a viviendas de personas jurídicas (un 29,1 % más que en el segundo trimestre de 2017) y un 5,0 % a otras viviendas de personas físicas (un 17,7 % menos que un año antes).
Las ejecuciones hipotecarias de otras fincas urbanas (locales, garajes, oficinas, trasteros, naves, edificios destinados a viviendas, otros edificios y aprovechamientos urbanísticos) supusieron el 42,6 % del total.
En cuanto al estado de las viviendas, un 22,4 % de las ejecuciones hipotecarias correspondieron a viviendas nuevas, que creció un 26,5 % en tasa anual, y un 77,6 % a viviendas usadas, que bajó un 8,9 %.
El 22,0 % de las ejecuciones hipotecarias iniciadas sobre viviendas en el segundo trimestre correspondió a hipotecas constituidas en 2007, el 15,2 % a hipotecas constituidas en 2006, y el 14,5 % a hipotecas de 2008.
De este modo, el periodo 2006-2008 concentró el 51,7 % de las ejecuciones hipotecarias iniciadas durante el trimestre.
Los datos desglosados por comunidades autónomas indican que aquellas con mayor número de certificaciones por ejecuciones hipotecarias sobre el total de fincas en el segundo trimestre fueron Andalucía (3.012), Comunidad Valenciana (2.663), y Cataluña (2.096), mientras que el País Vasco (63), Navarra (74), y Cantabria (92) registraron el menor número.
En el caso de viviendas, Andalucía (1.535), Comunidad Valenciana (1.413) y Cataluña (1.157) presentaban el mayor número de ejecuciones, y el País Vasco (27), Navarra (33), y Cantabria (45), los menores.
Si se toman como referencia las hipotecas constituidas en el periodo 2003-2017 sobre el total de fincas, el 0,10 % de las hipotecas constituidas iniciaron una ejecución hipotecaria en el segundo trimestre de 2018.
La Rioja (0,29 %), Murcia (0,18 %) y Canarias (0,15 %) tuvieron los valores más altos, en tanto que el País Vasco (0,01 %), Aragón (0,03 %) y Baleares (0,04 %), los más bajos.
EFE
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