"Nueve años de conflicto en la cuenca del lago Chad han afectado dramáticamente las vidas de unos 11 millones de personas, que dependen de la asistencia humanitaria para sobrevivir. La insurgencia y las operaciones militares de los cuatro países de la región han desplazado a 2,4 millones de personas y han dejado a cinco millones de personas en situación de inseguridad alimentaria, al tiempo que han reducido significativamente la actividad económica", señala una declaración difundida este 30 de agosto.
Las hostilidades han provocado un gran número de víctimas civiles y graves abusos, entre ellos el reclutamiento de niños por grupos armados, violencia sexual y secuestros. Además, la situación de inseguridad ha complicado la labor de las organizaciones humanitarias, particularmente en el noreste de Nigeria donde más de 800.000 personas todavía tienen dificultades para acceder a la ayuda.
El llamado a proporcionar una urgente ayuda humanitaria fue lanzado de cara a una conferencia de alto nivel con representantes de Nigeria, Chad, Camerún y Níger, así como de diversas agencias de las Naciones Unidas, países donantes y organismos regionales e internacionales, que se celebrará el 3 y el 4 de septiembre en Berlín.
El drama de millones de migrantes de los que nadie habla (fotos)
"La conferencia del año pasado ayudó a prevenir una hambruna en la región. La conferencia de este año no solo debe continuar esta operación para salvar vidas, sino que debe priorizar la protección de niños, mujeres y hombres vulnerables", cita el comunicado al secretario general del NRC, Jan Egeland.
La ONU estima que se requieren 1.600 millones de dólares este año para ayudar a los 10,7 millones de personas que necesitan asistencia humanitaria en la región. Hasta la fecha, se han recaudado apenas el 26% de los fondos necesarios para Camerún y menos de la mitad, para Nigeria.
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